ALGUNAS
REFLEXIONES FRENTE AL PROCESO DE PARTICIPACIÓN Y ORGANIZACIÓN JUVENIL EN LA
COMUNA UNO POPULAR
Pretendo situar este texto como parte del proceso de
reflexión y sistematización que se viene realizando en conjunto con el equipo
de alianza zonal de formación de la zona Nor-oriental de la ciudad de Medellín,
con quienes se ha concertado una metodología y apuesta colectiva por pensarnos
el producto de un quehacer de 4 años de acompañamiento a los espacios y
dinámicas organizativas de las juventudes de la zona. Haremos énfasis
inicialmente en los interrogantes suscitados a la luz de las elecciones de JAC
en donde el contexto político no es para nada favorable como escenario de
concertación política equitativa e incluyente entre los liderazgos juveniles y
las ya enclaustradas figuras conservadoras y antidemocráticas de los liderazgos
tradicionales cuya representación más exacerbada se muestra en un alto
porcentaje de los lideres políticos que hacen parte de una de las instituciones
políticas más representativas de las bases sociales como lo son las Juntas de
Acción comunal.
A manera de
contexto
La zona Nor-oriental de la ciudad, como muchos otros
lugares de la ciudad ha sido protagonista del fenómeno de posicionamiento
social y político de los distintos fenómenos de violencia. Visto desde el orden
estructural, la zona concentra algunas de las problemáticas más reveladoras de
los niveles de inequidad y pobreza que se viven en la ciudad manifiestas en un
alto nivel de conflictividad y renovación de las estructuras militares al servicio del microtrafico y del proyecto
paramilitar por medio de las lógicas de reclutamiento de jóvenes carentes de
oportunidades laborales estables o de medios materiales que les permitan su
realización personal y profesional a través de la formación académica o
cualquier otro medio que les garantice a estos la construcción de formas de
vida digna y desligadas de las lógicas del conflicto. Además de esto, la zona y
sobre todo la comunas 1 y 3 se caracterizan por ser uno de los principales
focos de recepción de población desplazada, ahondando con ello en los fenómenos
de vulneración de derechos pues estos territorios y sobre todo las zonas
periféricas no cuentan todavía con infraestructura que les permita a la mayoría
de familias contar con acceso a servicios publico básicos para el desarrollo de
la vida cotidiana, aunado esto a la inexistencia y paupérrima prestación de
otras condiciones necesarias para el normal y digno desarrollo de la vida como
lo es el acceso a servicios educativos de calidad, así como de asistencia
médica primaria y el disfrute de escenarios para la recreación, el deporte y la
formación y difusión cultural.
No obstante, y pese a las condiciones antes descritas,
desde hace varios periodos la administración municipal venia impulsando
procesos de sensibilización y formación política para que jóvenes con nuevas iniciativas
y práctica políticas que quisieran apostarle a realizar ejercicios de
renovación de las practicas y liderazgos clientelares que se habían apropiado
de los escenarios de concertación del desarrollo local como lo eran las juntas
de acción comunal, las juntas administradoras locales y el presupuesto
participativo. Producto de lo anterior, comenzó a notarse un aumento en las
cifras de jóvenes vinculados a estos escenarios no sólo en la zona sino en toda
la ciudad, siendo uno de los casos más representativos sin duda los procesos
iniciados por jóvenes de la comuna uno en los barrios nuevo horizonte y los
populares, quienes a pesar de ser uno de los sectores más golpeados por las
dinámicas del conflicto durante el año 2010,
fueron quienes mayores iniciativas mostraron en el espacio de
presupuesto participativo, a la vez que se apropiaron de las dinámicas
comunitarias promovidas por las juntas de acción comunal de dichos territorios,
a través del acompañamiento recibido por medio de proyectos como “jóvenes en
las JAC” dinamizado por la U. de A. y
por el proyecto P.P. Joven liderado por la Corporación Con-vivamos.
Panorama actual
Ahora bien, aunque se han presentado ejercicios que
parecen haber fortalecido en alguna medida los procesos de participación u
organización juvenil en la zona, esto no se traduce de manera directa en un
panorama favorable para la vinculación de jóvenes en los procesos de renovación
de los escenarios de participación e incidencia política a nivel local, y mucho
menos en las JAC. Lo anterior se evidencia en lo expresado por algunos líderes
comunitarios durante un análisis de contexto zonal realizado el pasado 23 de
abril en la corporación Con-vivamos, en donde se manifestaban entre otros datos
que de las 72 JAC de la zona, cerca de 36 presentan listas que están siendo
respaldadas por grupos armados a través de las figuras de líderes tradicionales
que garanticen un acceso a los recursos y proyectos que las juntas puedan
manejar, a la vez que garantizan la facilidad de desmontar dichos liderazgos en
caso de tornarse impertinente a sus intereses, bloqueando con dicha estrategia
la posibilidad de denunciar e investigar la injerencia directa de estos grupos
en los procesos de elección las juntas. Uno de los casos más referenciados a
nivel comunal es el de la junta de acción comunal del barrio Santo Domingo en
donde los liderazgos no sólo cuentan con los respaldos de los actores armados
del sector, sino que además es reconocida por el manejo clientelar que durante
periodos de elección política ejerce, a través de la venta directa de votos a
candidatos que garanticen prebendas a sus directivos.
Sin embargo, a pesar de presentarse este escenario tan
desolador, hay en la actualidad propuestas y experiencias organizativas que
buscan contrarrestar la influencia de estos fenómenos y renovar dichas
dinámicas clientelares que representan los liderazgos tradicionales. Los casos
concretos se encuentran en las propuestas realizadas por jóvenes de diferentes
grupos pertenecientes a la articulación juvenil de la comuna, los cuales se
presentaron en diferentes cargos en las listas de los barrios Popular 2 parte
central, Santa Cecilia 1 y Marcofidel Suarez; generando además de esto una
estrategia incidencia en los programas de presupuesto participativo así como en
los escenarios de concertación y construcción del enfoque juvenil del actual
plan de desarrollo municipal.
Siendo apuestas que sin lugar a duda dan cuenta de ese
proceso formativo llevado a cabo durante 4 años por organizaciones comunitarias
de la zona, que buscaba proporcionar a los(as) jóvenes herramientas técnicas
que les permitieran reconocer la importancia de dichos escenarios, a la vez que
les permitía construir desde sus realidades y necesidades propuestas de
incidencia plausibles, a partir del reconocimiento de las potencialidades y
limitaciones de dichos ejercicios participativos, así como de la necesidad de
generar acciones de articulación con otros liderazgos y actores estratégicos
con los cuales viabilizar las iniciativas que formuladas por estos en asocio
con sus comunidades y/o procesos organizativos.
Retos y
recomendaciones por asumir
Inicialmente uno de los retos consistiría en establecer a
través del equipo de desarrollo estrategias de formación y retroalimentación a
los ejercicios de liderazgo que puedan establecer los jóvenes de los procesos
en los espacios de juntas de acción comunal en la comuna, y sobre todo a
sabiendas que los recursos priorizados por presupuesto participativo para la
vigencia 2012 deberán ejecutarse de
acuerdo a las iniciativas barriales que fueron priorizadas en las
asambleas comunales, pues como es sabido el año pasado, la comuna uno
descentralizó los recursos y lo que brindo mayor autonomía a las organizaciones
barriales como las JAC de promover las proyectos e iniciativas que fueran
prioritarias en los barrios. Es por esto que por ejemplo el grupos Detonando
conciencia de santa Cecilia hizo parte de una de las planchas a la JAC, a la
vez que manifiesta interés en vincularse al comité cultural de dicho barrio
como mecanismo de seguimiento a los proyectos de fortalecimientos culturales;
dicha estrategia debería ser difundida entre los distintos procesos juveniles
para que no solo se vinculen al programa de PLPP, sino que comiencen a entender
desde lo barrial las implicaciones y formas de negociación que transan los
liderazgos; estableciendo en primera instancia un ejercicio de veeduría a las
irregularidades que puedan presentarse en la búsqueda de obtener los beneficios
particulares los proyectos a ejecutarse.
Otro de los retos es establecer un escenario de encuentro
periódico, por lo menos de una vez al mes con los jóvenes que hayan podido
quedar incluidos en la conformación de los cuerpos directivos de las juntas de
acción comunal, para con ellos potenciar la propuesta de asambleas populares, a
la vez que se construyen propuestas de incidencia en bloque en el PLPP para que
así los jóvenes logren permear de manera más directa las diferentes comisiones
con proyectos que sean de su interés y que vallan en vía del fortalecimiento de
sus acciones organizativas y de trabajo político en el territorio. Finalmente
debería de potencializarse el espacio de construcción colectiva de la
articulación juvenil, ya que este proceso es una apuesta que en la actualidad
viene impulsando acciones de intercambio y retroalimentación con otros procesos
de la zona y la ciudad en torno a las formas de incidencia en espacios de
concertación política, por lo que sugiero reactivar las formas de
acompañamiento nodal que se realizaron durante los últimos 2 años y cuyo
impacto se vio reflejado en un aumento de grupos participantes en las plenarias
de la articulación, así como en el aumento de acciones y tomas territoriales
desplegadas por los mimos grupos.
joetipus
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