Es 28 del mes de Mayo del 2016, dos días antes de que inicie
la Minga nacional en la que miles de campesinos, indígenas y afros bloquean
carreteras, puertos y calles de todo el territorio nacional protestando por los
incumplimientos de este estado terrorista y mentiroso, el cual hace justo 28
días nos capturo ilegalmente a tres compañeros de la Universidad de
Antioquia. Por estas y otras razones nos encontramos organizaciones hermanas en
una histórica trinchera del movimiento popular de la ciudad: Villa de
Guadalupe.
Las lunadas, hace ya varios años son jornadas que convocan a
cientos de jóvenes de la zona nororiental y de la ciudad, espacio en el que
cada expresión de rebeldía tiene su lugar sea desde la música, el graffiti, el
teatro, los malabares, la poesía, el baile y todo lo que se le ocurra a las
juventudes que en estos barrios nos organizamos alrededor de expresiones constructoras de identidad popular, donde el
odio que nos produce este sistema lo canalizamos en la lucha de clases desde el
arte y la cultura. Es así como desde las 6 de la tarde empiezan a verse por el
parque cualquier cantidad de ojos soñadores, motilados extravagantes, pelos largos,
camisetas negras, bolsos llenos de parches y símbolos que desde su diversidad saben que han venido a
divertirse y a resistir.
Inicia el colectivo Ma tambó con sus tambores, guitarras y
quena a hacer que los cuerpos vibren con los ritmos ancestrales que llevan en
su memoria la rebelión cimarrona y el sincretismo con los diferentes pueblos
originarios de los Andes. Herencia del tambor, o simplemente tambor significa
el nombre de este colectivo que es una hermosa planta que empieza a florecer
después de haberla sembrado un par de años atrás cuando era un curso de vientos y percusión de la
escuela artística y popular “Víctor Jara”. Un par de chicas que desde el
Catatumbo vienen con toda su fuerza son las encargadas de seguir en
representación del Hip Hop, liricas que hablan de la lucha campesina y que nos
siguen alentando en nuestro caminar, así van pasando por los micrófonos
diferentes agrupaciones o solistas que desde muy temprano de la mañana nos
encontramos en la asamblea juvenil por la paz.
![]() |
Saludo de las organizaciones |
Todo empezó realizando un análisis del contexto a nivel
nacional y local sobre la situación de las juventudes, llamando la atención
como siempre las altas cifras de desempleo, el difícil acceso a la educación y
lo más triste de todo: seguimos siendo los jóvenes los protagonistas de la
guerra, como victimarios pero sobre todo como víctimas. Luego de un delicioso
sancocho comunitario, cocinado en leña a las afueras de la corporación
con-vivamos la palabra siguió circulando entre cada joven asistente ya que
seguía el trabajo en cuatro mesas: desmilitarización, disidencia sexual y
feminismo, arte en resistencia y des precarización de la vida juvenil. Por el
nombre de las mesas sobra decir lo interesante de los debates que se realizaron
en cada una.
La mesa de arte en resistencia fue una experiencia bonita,
iniciamos con un juego de la energía para que la pesadez del almuerzo se nos
pasara y que en medio de las risas empezáramos a construir nuestras propuestas
y posturas sobre las diferentes culturas que ha tenido nuestro país. De esta
manera, en tres equipos cada uno construyo un personaje de la cultura criolla,
la elite actual y posteriormente un personaje de la clase popular alienado.
Descubriendo así, que a Colombia la han construido diferentes culturas, elites
y prácticas lo cual nos hace millonarios en arte y cultura gracias a tanta
diversidad. Para finalizar en la construcción de un último personaje al cual
decidimos llamar “Cronopío” pues Cortázar nos ha dado algunas pistas. Fue importante diferenciar arte de cultura, ya
que si bien no son lo mismo siempre estamos hablando de arte y cultura.
Partiendo de dicha distinción se plantea que con una
práctica artística es posible construir una nueva cultura, lo cual es nuestro
trabajo diario ya que hacemos arte no para llenar nuestros bolsillos, sino más
bien para “llenar el alma del joven revolucionario” como diría una bella composición
entre una banda de rock y otra de hip hop. Sin embargo, volviendo a la lunada
quien nos llenó el alma fue la abuela de uno de los chicos de la banda “un
muerto más, un cretino menos”.
Así es, luego de que varias agrupaciones pasaran por el
escenario le llegó la hora a una banda de punk de la comuna. En las gradas de
la cancha estaba ella con su cabello gris, su falda debajo de las rodillas y en
medio de las caras sorprendidas, curiosas y las risas de los habituales
visitantes de ese lugar brillaban sus ojos negros que saltaban al igual que los
punkis en la mitad de la cancha. Orgullosa y digna nos dice: “¡Que banda tan
buena! ahí está mi nieto tocando. ¿Ya lo habían escuchado?” disfrutando de la
distorsión de las guitarras y de una voz gutural esta abuela brincaba de
alegría con la satisfacción de ver que su descendencia en vez de estar
pudriéndose bajo las ordenes de algún paraco está triunfando en la escena
underground del punk.
“Donde tuviera menos años estaría allá” señalando el pogo,
nos hace entender que a pesar de ser de una generación muy distante su nieto la
convirtió en una cómplice, prueba fehaciente de como una práctica artística tan
cuestionada como es el punk puede transformar la cultura de una familia, de un
barrio y de una ciudad como Medellín. Luego de que les pidieran otra canción haciendo brincar a todos los asistentes,
llega la madre del susodicho mostrándole a la abuela los videos que logro
realizar de la presentación, orgullosas ellas reciben al joven punki que se
gana los besos, abrazos y las felicitaciones de su familia.
Como estas, son muchas las historias que pueden surgir de
una lunada. Por cada lunada que realizamos estamos seguros y seguras que hacemos
una grieta a este sistema, grietas en las que vivimos para hacerlas más grandes
con rugidos como los de “Día de la victoria”, una banda que le canta al
partido, a las juventudes,
convirtiéndose en una nueva apuesta de rock proletario para la escena
local. Sabemos bien que el día de la victoria
puede estar mucho más cerca si logramos que esta asamblea de jóvenes
sigue encontrándose en cada territorio, debemos apurar el paso y hacer que este
sistema quede bien sepultado con las grietas que estamos haciendo.
POR: Andres Felipe Castaño
![]() |
El catatumbo representado por estas chicas. |
![]() |
Que bello es nuestro oriente. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario