Este fin de semana se estará realizando un importante encuentro de jóvenes pertenecientes a diversas organizaciones rebeldes que venimos construyendo un nuevo país desde las aulas, los barrios y las calles. Continuación compartimos un texto que sera debatido en la mesa de arte en resistencia:
En nuestras trincheras nos divertimos
Muchos son los escritos y las investigaciones que narran la
relación entre arte y resistencia, hemos
visto que desde que se cocinaba la revolución bolchevique diferentes
expresiones artísticas se mostraron afines con el proyecto revolucionario y más
aún cuando se llegó a la victoria. Fue así como se creó el movimiento artístico
proletario llamado Proletkult, el cual después de la revolución de 1917 se
constituyó como una federación de organizaciones artísticas y culturales en
toda Rusia, fomentando las ideas revolucionarias y apoyando el creciente número
de procesos artísticos que surgían de los sindicatos, las organizaciones de
fábricas, cooperativas y clubes de trabajadores. Proceso que termino siendo
absorbido por el centralismo Estatal, pero que sin embargo muestra la
iniciativa que siempre ha existido desde importantes sectores de la literatura,
el teatro, la pintura e inclusive la naciente fotografía y el cine que se
muestran afines a los procesos de transformación radical de la realidad.
Sin embargo, a pesar de las importantes enseñanzas de la
revolución rusa y de otras experiencias en el planeta que es importante
mencionar, nuestro interés reside en cómo se ha dado esa relación en Colombia. Dicho
interés más allá de buscar una historia del arte y la resistencia en nuestro
país, quiere realizar unas preguntas que apuntan principalmente a la
organización y la unidad de los diferentes procesos y sus oficios.
Podemos decir que en Colombia el desarrollo de las artes
siempre ha estado ligado a debelar la realidad de injusticia y opresión que se
vive en el país, contamos con una rica variedad de expresiones y artistas que
vienen con tradiciones desde África asentadas en el Caribe y el Pacifico,
combinada con los pueblos originarios de las cordilleras y las selvas con los
artistas de las ciudades que han incursionado en el cine, el teatro, la
plástica, la literatura.
En cuanto al cine, un arte que aunque no se ha desarrollado
tan fuertemente en nuestro territorio, podemos decir que hay un importante
material que consigna nuestras realidades y como las afrontamos, “Rodrigo D no
futuro” que para los punks de ayer y de ahora muestra esa identidad construida
desde los barrios en la década de los 80. La estrategia del caracol desde 1996
hasta 2014 fue la película más taquillera en la historia colombiana nos deja
una importante enseñanza sobre la táctica y la estrategia y como aplicarla en
nuestras luchas, mostrando la creatividad y el ingenio con los que contamos en
los barrios populares y cómo no hablar de esa última cinta que tanto ha
maravillado al mundo del cine y que nos llevó por primera vez a la nominación de un Oscar. Un filme que le
da la voz a unos pueblos de los que poco sabemos, es una crítica radical a la
razón del hombre blanco y pone en el centro del debate los saberes de nuestros
ancestros, se trata pues de construir pensamientos otros. El abrazo de la
serpiente nos lleva a la realidad de la selva, mostrando como occidente desde
que puso sus pies en ella la empezó a destruir, vemos la degradación del
catolicismo y la rapiña de los empresarios del caucho, en el cine nos podemos
encontrar con historias fascinantes pero al mismo tiempo con realidades
devastadoras narradas con el ingenio de camarógrafos, directores y actores.
Leyendo la presentación que le hace Emilio Carballido a Enrique Buenaventura en papeles del infierno
nos encontramos con una anécdota curiosa
pero que también nos da a entender ese espíritu de lucha e independencia que ha
tenido la escena teatral en Colombia. Resulta que Rojas Pinilla intentando
traer a uno de los mejores referentes del teatro a nivel mundial para fortalecer
la recién creada televisión nacional y las radionovelas termino instalando a
Seki Sano para que empezara criticar la vieja forma de representación
proponiendo una actuación más natural basada en los recuerdos del actor,
resulta que poco tiempo después de que
se revelara la militancia comunista del Japonés que tradujo la letra de la
internacional a su país, resulto siendo deportado a México donde seguiría
dejando su legado.
Como dice Emilio Carballido
en la presentación de ese espectacular libro que contiene unas valiosas
piezas teatrales que narran la época de la violencia en el país, el “daño” ya
estaba hecho. Por mucho tiempo se ha tildado a los teatreros de comunistas,
negándoles recursos y espacios encontrando más puertas cerradas que abiertas,
condición que lejos de desalentar la cultura teatral la ha multiplicado.
Bodegas y casas antiguas han sido
adaptadas por actores, actrices y directores a lo largo de todo el país para
convertirlos en acogedoras trincheras que sirven de encuentro para las
tertulias, los monólogos, los cine clubs, las fiestas, los festivales de
teatro, cuenteria y poesía que se programan constantemente desde dichos
círculos.
Volviendo al libro citado, no podemos pasar por alto una
breve reseña de su autor, ese gran maestro que es Enrique Buenaventura, digo
es, porque a pesar de que no contemos con su presencia en carne, podemos
dialogar con él y escucharlo en cada creación y enseñanza que nos dejó este
director, actor y pedagogo del teatro Caleño.
A la par de que Augusto Boal andaba creando el teatro del Oprimido,
Enrique realizaría sus aportes a ese maravilloso método denominado creación
colectiva, que ha sido la ruta de innumerables creaciones no solo del teatro
experimental de Cali y la candelaria, sino de muchas compañías independientes y
recientemente hemos visto como en los movimientos comunitarios de Medellín se
ha combinado con el teatro pedagogía, donde las mujeres víctimas, junto con líderes
y lideresas comunitarias crean sus obras no solo para denunciar, sino ante todo
para transformar sus vidas y el mundo, claro está.
Desde las salas de teatro, que en ocasiones han sido
señaladas de teatro burgués, pasando por los teatros universitarios, los
teatros al aire libre, auditorios y la calle el teatro no solo nos ha narrado
la realidad nacional, nuestra historia y nuestras tragedias. También hemos
accedido a la Historia universal, a las grandes tragedias de la humanidad,
brindándole al público nuevas miradas y ante todo nuevas ideas para cambiar la
realidad por una más justa.
En cuanto a danza podríamos decir que por cada pueblo hay
unas coreografías diferentes, las cuales narran nuestras identidades, nuestras
historias, los cortejos, la seducción. Vemos que también es un ritual de
adoración a la naturaleza, queriendo imitar los movimientos de los animales,
pero al mismo tiempo danzándole al sol, a las nubes, a la luna que hacen parte
de esos ciclos vitales de la siembra, la cosecha, cultivando no solo alimentos,
sino ante todo un espíritu de defensa, protección y lucha por nuestros
territorios, nuestras identidades y nuestros sueños.
El capoeira por poner un ejemplo hace referencia a un
mecanismo de defensa adoptado por los afroamericanos en el Brasil, mediante el
cual escapaban de las casas coloniales hacia la selva, a iniciar una nueva
vida, observando bien los movimientos de los animales en sus peleas, cuando
están de casería. La danza urbana que vemos que se da por ejemplo dentro de la
cultura del Hip Hop, breack dance como le llaman muchos, pero que hay otros
estilos y ritmos dentro de este universo, es otra forma de crear en medio de la
resistencia.
Viajar por los mundos del arte es algo maravilloso, pues
cada disciplina, cada escuela, cada estilo tiene sus propias visiones del mundo y se sirve de sus
saberes para expresarlo, esta es quizás una de las cosas más valiosas, que el
arte es un medio de expresar nuestra visión del mundo, que en el momento de
hacerlo los transforma, sea desde comportamientos, conductas, pensamientos e
inclusive físicamente. La pintura es un ejemplo tangible de las trasformaciones
físicas, especialmente la pintura callejera.
Contamos con importantes referentes de rebeldía en este
campo, Debora Arango es un símbolo importante en este campo, pues además de ser
una mujer (Hay que aclarar que en la mayoría de campos la mujer ha sido
relegada impidiéndole su participación y en las artes esto también se ha dado)
que en su época se atrevió a usar pantalones ya que no se sentía muy a gusto
con los vestidos lo cual le costó muchas críticas y ataques, su irrupción
quizás más importante fue el hecho de pintar desnudos en sus cuadros, algo
totalmente escandaloso en una sociedad católica y mojigata.
Pero sus escandalosos desnudos quizás no significaron nada
al lado de los sapos y micos que
representarían al presidente y los congresistas, ridiculizando los símbolos
patrios al mismo tiempo que les hace unas fuertes críticas inclusive pidiendo
su excomunión úes incluso sus obras denuncian el acoso que viven las mujeres a
diario. Volviendo a la idea inicial de
que la pintura cumple un papel importante en la transformación en el espacio,
importante recordar a Pedro Nel Gomez
importante precursor del muralismo quien fuera maestro de Devora, el cual
construiría su casa en el barrio Aranjuez,
un barrio en el que la pintura esta en cada esquina gracias a las latas
de aerosol que portan esos chicos peligrosos que habitamos estas laderas.
Con nuevas técnicas y nuevos materiales, al igual que nuevas
ideas y desafíos al poder y el orden social el Graffiti se ha convertido en un
estilo de vida adoptado por varios puñados de jóvenes agrupados en crews o de
forma independiente adoptando nuevos nombres que hacen alusión a la rebeldía,
lo indígena, lo afro, lo popular, la calle
y la cultura hip hop. Piezas que alcanzan
hasta los 10 metros de alto y 30 de largo incorporan una nueva forma de
habitar y de construir los espacios urbanos. Artistas que en el anonimato le
dan color y vida a esa gris ciudad que quieren construir las alcaldías y las
policías metropolitanas que asesinan y persiguen a estos valientes cronopios.
“El rock and roll marginal”, la ponzoña de la ciudad, ese
que no toca en los grandes y elitistas festivales que pretenden domesticar la
rebeldía de los tokes en las planchas, los callejones, las canchas y los
colegios sigue creando nuevas
identidades. Antaño era usual encontrarse con una calle cerrada y a su
alrededor cientos de jóvenes con trajes negros, taches, cabellos largos, con
crestas y de muchos colores haciendo
resistencia desde la música y sin permiso, eventos que en ocasiones
terminaban cancelados y con varias peleas con la policía, pero que en ultimas
transgredían el orden en la calle y hacían parte de una identidad juvenil
vinculada a las luchas sociales. Buscando nuestras raíces musicales, nos
encontramos con que los negros libres establecidos en las selvas del caribe se
comunicaban por medio de sus tambores anunciando la llegada del enemigo, como
las mujeres en sus trenzas trazaban los caminos para llegar a dichos lugares,
es una historia de rebelión la historia de nuestras tendencias musicales.
Lamentablemente en muchos casos dicha rebelión se ha
domesticada por festivales, concursos, becas, estímulos que ofrecen dinero y
algunos espacios a las agrupaciones musicales cambiando sus rutinas, dinámicas
y lenguaje. Si bien es una exigencia el apoyo al arte y a la cultura ya que lo
requerimos se ponen una serie de condiciones que cambian la razón de ser de
muchas expresiones, ante dicha realidad nos encontramos hoy y por esto
quisiéramos realizar un debate con las siguientes interrogantes:
¿Cómo acceder a los recursos públicos sin sacrificar la
identidad y principios de los procesos artísticos y culturales?
¿Qué mecanismos podemos activar para trabajar en red y
mantenernos en el tiempo?
Somos constructores y constructoras de una nueva cultura, ¿Qué
espacios estamos creando y cómo multiplicarlos? Esa nueva cultura ¿De qué se
trata?
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