miércoles, 22 de octubre de 2014

Contra la cultura metro, la cultura popular

Fotografías: Yirleni Melguizo 

Cada uno y cada una, tenían clara su tarea, la cual había sido asignada días atrás, solo una era colectiva,  no arriesgar más de lo necesario, además  si algo sale mal salvaguardar al más chico de la comisión. El punto y la hora del encuentro eran de conocimiento de los implicados y de algunos que  solidariamente serían  los apoyos. Eran las 2 pm, en un lugar x distante de la comuna un grupo de jovenes  se reunían a revisar los últimos detalles para su acción, sus implementos y ropas,  no se veía  por parte de este grupo algún viso de nerviosismo,  pudo  ser por la experiencia en este tipo de acciones.

Dos taxis  y una moto fueron suficientes para mover cada uno de  estos osados jovenes, el siguiente lugar fue una casa en la periferia de la zona, desde donde se divisaba el objetivo, allí en una pequeña sala propia de las casas de nuestros barrios empobrecidos, fueron recibidos este grupo de muchachos y muchachas de una manera muy fraterna y alegre.

Ya siendo las 3 de la tarde el nerviosismo empieza a hacer presencia entre algunos, el humo del cigarrillo, era prueba de ello. La ropa negra y las diferentes pañoletas  empezaron a desfilar por este lugar, saliendo de los bolsos, morrales y mochilas. Salidas esporádicas a observar y entre cigarrillo y cigarrillo se fue agotando el tiempo, siendo las 3:50  por entre callejones y senderos se acercan al lugar definido donde se haría presencia.  El nerviosismo se fue esfumando entre chiste y chanza,   no se sabía que fuera a pasar.  Los riesgos eran inminentes  en el mejor de los casos  van  desde   una captura, un desalojo violento  o una golpiza.

Las cámaras estaban dispuestas, y estratégicamente rodeaban la estación, los transeúntes al igual que sus funcionarios no entendían que sucedía, cuando el grupo de jóvenes vestidos de  negro y con sus rostros pintados de blanco y rojo jugaban en un lugar que  producto de la famosa cultura metro que expulsa con fuerza las expresiones artísticas, que te regula la forma de sentarte, de hablar, de relacionarse con otros,  que mas que cultura es una cantaleta de disciplinar y reprimir.

¡Bomba! Gritaron uno a uno, al tiempo que da inicio la obra de teatro “gritado silencios” montaje del grupo artístico y popular renacer de la magia que cuenta diferentes historias de vida, víctimas de la violencia política y social, desaparecidos, estudiantes, prisioneros políticos, campesinos.

La represión no se hizo esperar, los funcionarios al igual que los celadores se acercan a interrumpir quizás por cuestiones de seguridad nacional, porque para esta cultura de “en una sola línea” el soñador es un riesgo inminente. La obra siguió su curso  porque la gente y esos osados artistas populares asumieron el riesgo  con gritos de ¡termine, termine!

Solo queda preguntarnos como lo hizo el más chico de los artistas que hicieron presencia esa tarde nublada “¿porque nos sacan, estamos molestando a alguien?”

 Sí, la cultura popular incomoda a la cultura metro, a la cultura de las élites, de los  ricos, a la cultura mafiosa.


El pasado domingo 19  de octubre los grupos de la articulación juvenil zona nororiental realizaron quizás la primera acción directa a una de las joyas de la corona de la oligarquía  paisa, el metro cable, acción que va en marco de  Investigación en Memoria Histórica y arte para la resistencia.

POR:
Carlos F

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