A continuación, una pequeña crónica de un viaje
recientemente realizado por la escuela popular Víctor jara y la articulación juvenil,
todo viaje es un nuevo aprendizaje y un aliento más a seguir fortaleciendo el
trabajo que se da en los barrios, los cursos, los grupos.
En Cali construyendo
poder constituyente
El viaje inicia el 1 de Octubre
en el parque de los deseos, donde delegaciones del colegio Mayor, La
Universidad de Antioquia, la Uniminuto, la Universidad de Medellín, la
Universidad Nacional, el ITM y la Escuela popular “Víctor Jara” nos encontramos
para emprender la ruta de la representación por parte de Antioquia al cuarto
congreso de la Federación de Estudiantes Universitarios que se realizara en
Cali, concretamente en la universidad del Valle. Horas antes el presidente en una alocución del medio
día anuncia que cumplirá lo que prometió en su campaña y promoverá 10.000
nuevas becas para los mejores estudiantes que salgan del bachillerato este año,
en dicho pronunciamiento en ningún momento se refirió a las amenazas de muerte
y los intentos de sabotaje al cuarto congreso emprendidos por diferentes grupos
paramilitares como las águilas negras. Por diferentes medios se realizaron
alertas tempranas y denuncias donde se pone como principal responsable de la
integridad de las personas organizadoras del evento al mismo presidente, ya que
su labor es velar y poner a disposición todo el aparato estatal al servicio del
bienestar del pueblo Colombiano.
En un contexto donde
recientemente se da a conocer que se creara una nueva política pública en
materia educativa, denominada “acuerdo por lo superior” que no es más que la
reforma a la ley 30 reciclada y que por medio de diferentes reformas en las
Universidades se ha ido imponiendo, algunas mesas de trabajo del congreso
hablan de dicha problemática, recordamos el pasado congreso que se realizó en
el 2011, año en el que el movimiento estudiantil y juvenil de toda Colombia se
encontraba paralizando el país, saliendo victorioso no solo en las calles sino también
en el Senado, demostrando más capacidad argumentativa que cualquier pelmazo que
se encuentra en las sillas del apestoso Congreso de la Republica. Sin tener en
cuenta ni valorar el esfuerzo de cientos de estudiantes que en dos años de
trabajo formularon una ley alternativa de educación superior, el gobierno sigue
mostrando su desprecio por las propuestas que realizan los sectores populares,
prefiriendo la asesoría de mercaderes de afuera en vez de intelectuales de
adentro.
Nos damos cuenta una vez más que al
gobierno no le interesa resolver las necesidades de las comunidades, lo que le
interesa es resolver las peticiones de las empresas, en esta medida sabemos que
dicho “acuerdo por lo superior” lo que busca es aumentar mano de obra para el
trabajo, habla de calidad pero no explica que entiende por calidad cuando el
movimiento estudiantil ha sido suficientemente claro en dichas demandas, las
becas cacareadas por el presidente no son más que otro recurso que se ira a
bolsillos particulares, solo es cuestión de ver que quien las manejara será el
ICETEX que tiene el 90 % de sus dineros en las arcas de las universidades
privadas.
Ante dicha adversidad, las mesas
de trabajo, los encuentros por carreras, los eventos culturales y muy importante:
el acto de solidaridad con los presos políticos demuestran la vitalidad de las
juventudes colombianas, que en una marcha agotadora por las calles de Cali
anunciaba a las personas que tenemos toda la disposición de luchar por un nuevo
país, que está demostrado que si nos organizamos y nos unimos podemos lograr
grandes cosas como tumbar la reforma a la ley 30 en el 2011 por mencionar solo
un caso. Nuestra participación como escuela popular fue activa en el congreso,
lo primero que hicimos fue identificar un lugar donde las acrobacias aéreas,
los malabares y la música fueran recibiendo a las diferentes delegaciones que venían
del Caribe, Bogotá, Santander y otras tantas latitudes de nuestro país. La participación
y encuentro con diferentes profesoras y profesores, así como con estudiantes y jóvenes
de todo el país es una gran oportunidad para aprender nuevas formas de trabajo
y conocer lo que se viene realizando en otras ciudades y departamentos.
Todos los días al llegar a la Universidad
la primer actividad fue montarse a un árbol para colgar las telas azules y
grises que además de decorar el espacio fueron soporte para dormir, leer,
aprender algunas figuras y realizar diferentes muestras por parte de los acróbatas.
Todo esto acompañado por las melodías del saxofón de quien impulsa el curso de
pitos y tambores, que buscando instrumentos musicales en un rallador de queso y
unas canecas conformo la chirimía la cual con ritmos colombianos inspiraría a
los malabaristas que de inmediato con las clavas, los diábolos y el golo ensayarían
sus rutinas y pases.
En las noches, en el campamento
la jornada cultural seguía y esta vez la música, los cuentos y el baile serían
los protagonistas, que alrededor de la fogata integraban jóvenes y consignas de
todo el país. Los campamentos, consideramos, son una gran oportunidad para
poner en práctica los valores comunitarios y la solidaridad, pues el trabajo se
colectiviza cuando compartimos un espacio común logrando activar nuevos lazos
entre las personas y cada noche la delegación de Medellín con su alegría lograba
congregar cientos de jóvenes alrededor de la cultura popular.
Las universidades guardan en sus
muros la historia de la rebelión, murales y pintas de todas las tendencias y
organizaciones políticas se ven en cada muro de pasillos, corredores y baños,
la escuela popular quiso dejar un poco de color en uno de sus muros y
realizamos el primer mural de la escuela, es curioso que no fue en un barrio de
la zona nor oriental de menellín, sino en un muro de una universidad en Cali.
Pero faltaba más de nuestro
proceso, que fue la presentación en el cierre del evento del grupo artístico y
popular “Renacer de la Magia”, uno de los tantos colectivos que ha conformado
la articulación juvenil de la zona nororiental con su aporte desde los zancos,
el teatro, los malabares y el Clown. La obra llamada “in-útiles” que por medio
de diferentes situaciones y juegos con el público reflexiono sobre la educación
tradicional y la educación popular es reflejo de un proceso político y artístico
que realizo este colectivo días atrás con sus integrantes y artistas invitados.
El sedentarismo, la privatización, la exclusión social, la división entre
procesos y personas y la mala calidad de la educación fueron algunos de los
temas problematizados en la obra que finalizaría con la firma de comprometerse
por lograr una educación liberadora que quedaría registrada en un inmenso
cuaderno que salió de algún bolsillo de las payasas y los payasos de renacer.
Descubriendo las huellas de vida en Solferino - Manizales
Una vez concluido el cuarto
congreso de la FEU, 5 de las 22 personas que íbamos del proceso decidimos hacer
una parada en Manizales ya que habría un festival de Rock y nos gusta seguir
viajando. Gracias al arte podemos llegar a muchos lugares sea conspirando en un
semáforo, en una plaza, vendiendo tejidos o buscando nuevas formas de llegar a
las comunidades, en esta ocasión gracias a unos talleres de teatro y malabares
logramos conocer a la fundación Huellas de vida a quienes les debemos toda
nuestra gratitud por su solidario recibimiento.
Por medio del centro de estudios
avanzados de niñez y juventud del CINDE y la Universidad de Manizales logramos
establecer varios contactos. Primero visitamos la sede del CINDE en la cual nos
expusieron muy amablemente su proyecto “niños, niñas y jóvenes constructores de
paz” en el cual dialogamos sobre la violencia, los tipos de violencia y como
superar esta por medio de acciones que potencien la vida, el proyecto, nos
cuentan, trabaja diferentes niveles y características
como lo son lo afectivo, que es el reconocimiento del otro que consiste en
darle valor a mi interlocutor y al mismo tiempo valorarme a mí mismo. Un
segundo componente trata sobre las condiciones éticas, tienen que ver con la construcción
de relaciones desde la justicia, la solidaridad, la libertad y el cuidado. Un
tercer elemento se refiere a lo comunicativo que es el relato, como se cuentan
nuestros trayectos, nuestros proyectos y de esta manera construir memorias.
Finalmente dos elementos más: la creativa referida a la transformación de los
conflictos y su resolución de una manera concertada, el componente político es
el último, que consiste construir entre nos, estar juntos que es lo que nos
permite salir a la luz pública.
Dicho proyecto ya lleva 16 años
de ejecución, logrando formar a varias generaciones constructoras de paz, el
proceso por lo general dura dos años en los cuales se dan una serie de talleres
los cuales son multiplicados por sus asistentes en los procesos a los cuales
pertenecen. Luego de dicha exposición nos dirigimos al barrio solferino,
ubicado en la comuna 5 de Manizales, será un compartir de saberes entre el
colectivo muros libres, la fundación Huellas de Vida y la escuela popular
Víctor Jara. En medio de la lluvia llegamos a la casa de Pipe, uno de los líderes
de la fundación con quienes compartimos algunos juegos que se trabajan en los ensayos
de teatro.
Darnos cuenta del trabajo
realizado por el colectivo muros libres, por medio del cartelismo y los murales
en lugares como la calle de las guapas, lugar habitado por los travestis de
Manizales nos muestra esa cara que las ciudades buscan ocultar a como dé lugar.
Solferino es un barrio popular que dominado muchas veces por la violencia no es
como lo pintan las apreciaciones ignorantes y apresuradas de las personas que
sin conocerlo y vivirlo destruyen su reputación. Solferino, nos dimos cuenta es
un barrio lleno de colores, no solo por sus hermosos graffitis y murales, sino,
sobre todo, por los colores que encontramos en las miradas sinceras y humildes
de sus habitantes, en las canas de las abuelas luchadoras y fundadoras del
barrio. Los colores que encontramos en solferino son los colores de la
dignidad, la solidaridad y la resistencia, los colores de solferino son los
colores de la vida.
La fundación Huellas de Vida se conformó
hace 7 meses, pero es una experiencia que lleva alrededor de 8 años de trabajo
comunitario promoviendo canelazos, juegos tradicionales, recreaciones y algo
que nos impacto fue la ocupación de un salón social que estaba abandonado.
Mucha organización se necesita para ocupar un espacio como estos y mucha más
para el próximo que se tomaran, un buen ejemplo nos dan los habitantes del
barrio con quienes compartimos dos talleres de teatro y uno de malabares, pues
la idea es que nuestro encuentro se daba en el entendido de dialogo de saberes.
En su presentación nos mostraban su memoria fotográfica y descubrimos grandes
similitudes, tanto en las formas de trabajo como en elementos políticos que es
la participación en el movimiento marcha patriótica, fotos del cabildo de
juventud nos muestran que hemos estado ya cerca en otros espacios pero sin
conocernos, la participación en el festival mundial de la juventud en Quito fue
otro espacio en el cual ambos procesos estuvimos. Viendo estas cercanías y la intención
que tienen de crear una escuela popular y un grupo de investigación vemos que en lo que podamos ayudar estaremos
a disposición de esto, estamos creando nuevos lazos de hermandad en procesos
barriales de una ciudad que no es Medellín pero que tiene muchas similitudes.
La última actividad que
realizamos con Huelas fue una jornada de contra información en el barrio en acompañamiento
con el sindicato de la Chec (central hidroeléctrica de caldas) que consistió en
llenar el espacio de calcomanías, carteles, volantes y esténcil de una campaña
en contra de las injustas tarifas de los servicios públicos domiciliarios, pues
EPM ha clavado sus garras en Caldas llevando toda su política privatizadora de
los derechos fundamentales como lo son el agua y la energía, dichas jornadas se
realizan cada 15 días en diferentes barrios de la ciudad y son fruto de un
acercamiento que han realizado los procesos
barriales con el sindicalismo.
Podemos concluir de este corto
pero fructífero viaje que estar en movimiento nos posibilitara nuevos
escenarios de aprendizajes y oportunidades de conocer no solo otros paisajes y
otras personas, sino, ante todo, reconocer los y las cómplices que tenemos en
cada rincón donde el miedo ha sido superado y hay mujeres y hombres dispuestos
a entregarse completamente a la construcción de un mundo nuevo, agradecimientos
infinitos tenemos hacia esas nuevas complicidades, pues nos queda un buen tramo
por recorrer y muchos más caminos por abrir.
por:
Andres Castaño
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