martes, 26 de febrero de 2013

El muralismo, una Puerta a otras posibilidades



Medellín, una ciudad de contrastes con realidades que pueden rayar en lo  cotidiano,  como el desempleado, el ventero informal,  el desconectado de los servicios públicos, el drogadicto, quienes se dan  lugar en las calles frías y polvorientas de una ciudad para el disfrute de visitantes nacionales y extranjeros.
Estas   realidades que muchos, incluyendo las administraciones municipales  se niegan a creer que existen, se viven y se sienten en la piel de los que caminan y cabalgan  en la construcción  de eso  nuevos  sueños,  de  esas nuevas realidades,  las cuales se materializan  en los muros  grises,  corroídos por   la lluvia, que lava día tras otro  las dolencias de muchos y muchas  peones y peonas,  producto de un sistema  político social y  por supuesto hegemónico.
Muros que dejan su característico color grisáceo para pintarse de muchas formas y colores,   para oxigenar con otras posibilidades, con otros mundos,  la cotidiana realidad de una ciudad como la que habitamos.”Hay un lenguaje coherente que nos ayuda a comprender la sociedad[1]”.
Realidades que se visibilizan  en algunos  muros  de una ciudad opulenta e indiferente, muros  entre los barrios populares donde a través de esta apuesta artística y simbólica,  se  crean nuevas   formas  para los  sectores populares, renombrarse, reconocerse, crear nuevos discursos  y Lenguajes.
Discursos  que irrumpen en lo cotidiano de  la vida de los  y las habitantes de los  barrios populares, en los transeúntes pasajeros  de una ciudad donde sus vidas están siendo  aceleradas por un modo de producción alienante.
El detenerse a leer, a observar, a descifrar, algo plasmado, a construir o de construir nuevos imaginarios sociales, entendiendo  que este se forma mediante el lenguaje (la forma de hacer alusión a las cosas) y la retórica (la connotación simbólica atribuida a las palabras, las imágenes y las cosas). En  lugares  (para el caso de los barrios populares)   donde antes se acribillaban sueños de jóvenes,  al acento de los tableteo de armas,  las cuales eran  empuñadas por jóvenes victimarios al servicio del narcotráfico o por  agentes estatales.
Lugares donde solo se encontraban  jóvenes al ritmo de algún sonido caribeño  como una cota de cotidianidad, hoy se pueden ver  esos jóvenes plasmando nuevos discursos y prácticas  en esos muros   al ritmo de sueños de una nueva sociedad.


[1] Henri Lefebvre. La Vida Cotidiana En El Mundo Moderno

De la desesperanza a la organización popular Una breve invitación a vivir



Medellín, una ciudad con un aproximado de  2.393.011 habitantes donde diferentes estudios y censos hablan  que un 25 % de esta cifra  son jóvenes[1] entres los 14 y 26 años  y de ese 25, un 18% son jóvenes hombres y mujeres de barrios populares y territorios en donde  se viven dificultades propias de un sistema económico, social y político  en el que nos encontramos inmersas e inmersos.
Ciudad, que en la última década se viene presentando un reacomodamiento de  la propuesta paramilitar en sus barrios, lugares que además de estar plagados por esto actores armados, tienen presencia de un  sin número de organizaciones  juveniles y populares  donde es a través de prácticas cotidianas generan discursos y resistencias a las dinámicas  de zozobra y terror impuestos por estos grupos.
 En las calles de los sectores populares Se habla de  un secreto a voces las no tan celebres  “fronteras invisibles”  que lo único que buscan es lotear los sueños de dignidad de hombres y mujeres jóvenes que construyen  mundos  en libertad y dignos.
Fronteras invisibles que masacran las voces, los cuerpos, y las esperanzas de eso jóvenes líderes, constructores de nuevas posibilidades, que condicionan y militarizan  la vida cotidiana de sus habitantes hombres y mujeres,  justificando  la intervención militar  de un estado guerrerista  como el colombiano.
Las practicas cotidianas    se modifican, codificando lenguajes  miradas, sentires formas de hacer, que deben ser autorizadas por quienes se creen dueños  de nuestros territorios construidos a pulso de lucha organización y trabajo.
Es necesario generar niveles de organización  que trasgreda estas formas de control territorial y trabajar buscando  que  desde los sectores populares  generemos unidad  política  y popular  posibilitando niveles de organización popular  buscado  resistir y romper  las barreras que los diferentes actores armados promulgan en nuestro barrios y barriadas populares



[1] http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/juventud/boletin_trim_ene_mar12.pdf

La lucha de las mujeres


Marco histórico

En medio de nuestro complejo panorama político actual, en el que se difunden diferentes expresiones de oposición y resistencia frente al régimen político, se han ido expandiendo poco a poco las proclamas  y programas de las diferentes organizaciones que día a día, y a lo largo de nuestra  historia, se entregan a la lucha constante  por generar los cambios necesarios en nuestra realidad, es por eso que se hace necesario conmemorar esta fecha, fecha que nos compromete a seguir luchando por transformar este sistema patriarcal que por siglos nos ha excluido y enviado a la guillotina por atrevernos a luchar por nuestros derechos, las mujeres hemos sido consideradas históricamente como propiedad privada masculina cuyo único destino es  la maternidad y el trabajo domestico no remunerado, estamos en la construcción de seres con igualdad de derechos porque de deberes ya sabemos demasiado.
Por muchos años estuvimos resignadas y reducidas a poder  incidir solo en lo domestico, hoy reivindicamos nuestras luchas, para ser escuchadas y no permitir mas el papel patriarcal de la iglesia y el estado frente a la dominación y criminalización de  nuestro cuerpo y nuestra vida, vida de Mujeres que luchamos, construimos y soñamos con ese nuevo país.
Las mujeres somos más de la mitad de la humanidad y hemos sido objeto de milenarias formas de opresión, nos consideraron no aptas para la política e inoportunas en el momento de definir los destinos de las naciones. Pero hoy en la democracia exigimos a través de la ley de cuotas eliminar la exclusión de la participación política en busca del bien común, para que como dice la ruta pacifica, logremos la democracia en la casa, en la cama, en la calle, en el trabajo y en el sindicato,  afianzándonos como activistas firmes, revolucionarias, feministas, enhebrando ideas para construir el tejido social, reconociendo la violencia privada, como un problema público, ya que Colombia se encuentra entre los diez países con mas feminicidios, y según el informe de la unidad permanente de DH a la fecha se contabilizan 35  muertes violentas en Antioquia  y  en su mayoría han sido por violencia intrafamiliar .Es por ello que Debemos  elevar nuestro nivel de conciencia y compromiso político para dinamizar con más fuerza nuestros procesos de resistencia  que conlleven a la denuncia, y no dejan en el silencio las amenazas a los procesos de organización de mujeres como lo que  pasa  con la ruta pacifica de las mujeres. Las mujeres queremos otro modelo de relacionamiento y convivencia, soñamos con la construcción de otros mundos  posibles.
En la actualidad nos encontramos  ante la necesidad de la unidad de las diferentes  luchas por la transformación, es decir, las mujeres, El campesinado, los grupos étnicos, los obreros, las juventudes, los artistas, los grupos ecologistas, las colectividades de diversidad sexual, entre otros. Con  el propósito de identificar todas las formas de violencia,  que se  ejerce sobre el pueblo.
Las mujeres, aquellas que nos hemos negado a reconocernos como víctimas pasivas del sistema patriarcal, que  históricamente hemos ejercido diferentes procesos de resistencia, basta con recordar las enérgicas heroínas de la independencia como Policarpa Salavarrieta, Manuela Sáenz, Manuela Beltrán, las fervientes luchadoras del siglo XX como María Cano y todas las que dedicaron su vida a la lucha por el derecho al voto femenino, por el reconocimiento de las mujer como agente político  y social como Belsaved espinal, Argelia Londoño, rosita turizo, y a todas aquellas del presente que día a día alimentan los procesos del cambio social, como piedad córdoba, Fabiola la linde y que  han ofrendado su vida a la movilización de las mujeres como, fabrica córdoba entre otras.
Conclusiones
·         La lucha de las mujeres, no debe   estar fragmentada y alejada de las diferentes luchas
·         Que la lucha de clases  tiene que ver con la lucha por la equidad de género, y viceversa.
·         Conocer y reconocer la perspectiva de género como una necesidad para la comprensión de la diversidad de las realidades y necesidades políticas, sociales y culturales de hombres y mujeres, para hacer frente a las diferentes formas de violencia política, económica, simbólica, física, verbal y sexual que se ejerce hacia la sociedad.
·         Nuestras luchas deben ser  conjuntas en tanto luchemos por un mundo con igualdad entre hombres y mujeres, donde la equidad sea real y efectiva.
·         Luchar unidas y unidos por la paz  con justicia social nosotras tememos mucho que decir, ya que nos convierten en  botines de guerra, es reconocer que esta  paz se construye con pan, trabajo, vivienda, salud, educación y seguridad social, con respeto por lo diferente, con soberanía nacional.
Debemos empezar por la sencilla tarea de desestigmatizar las reivindicaciones de las mujeres y romper con los siguientes prejuicios:
·         Que con el derecho al voto ya obtuvimos nuestros derechos y logramos la  emancipación.
·         Que nuestra lucha es secundario, que hay luchas mucho más importantes y prioritarias. (Tengamos en cuenta que estamos hablando de más de la  mitad de la humanidad y que no se trata de priorizar, porque son luchas que deben ir de la mano).
·         Que nuestro lugar en los procesos de transformación es pasivo, que nuestras  propuestas van en un segundo lugar y que además debemos ser las encargadas de las tareas de menor impacto político y público.
“ Por que cuando las mujeres avanzan, avanza la sociedad”

SIMÓN RODRÍGUEZ Y EL PROYECTO DE EDUCACIÓN, UNA BREVE APROXIMACIÓN HISTÓRICA

por: Edison Mira


Ya Simón Bolívar  en el Discurso de Angostura, planteaba  la educación popular como prioridad en la edificación de las nuevas naciones y nuevas sociedades.
El señalar  que moral (entendida como  las costumbres) y luces (entendida como la razón)  han de ser nuestras primeras prioridades.  Al expresar  que las dos grandes  palan cas de la industria son el trabajo y el saber.
En esto coincide con su maestro, Simón Rodríguez, sólo que éste llevó este planteamiento más lejos. Rodríguez tenía ideas muy avanzadas de lo que debía ser, un proyecto de educación popular para las nuevas naciones.  El cual Intentó desarrollarlo en América del Sur, sin llegar a culminarlo, luego de finalizada la guerra de la independencia.
En la obra Sociedades Americanas (1828), Rodríguez señala que los seres humanos buscamos la sociabilidad, mediante el ejercicio de las luces y las virtudes en las escuelas. Por lo tanto, propone  sembrar escuelas en todas partes.
La verdadera autoridad se forja, no desde los poderes establecidos, sino desde la educación, porque educar es crear voluntades, Sólo que para Rodríguez, las escuelas son algo diferente de lo convencional, Ellas tienen que dar cabida, principalmente, al pueblo hasta ahora excluido (indios, mulatos, zambos), no por lástima, sino porque sólo se puede colonizar la república con sus propios habitantes. 
En Extracto de la obra Educación republicana (1849), Rodríguez deja claro que hay que satisfacer las necesidades básicas de los estudiantes, estableciendo medios apropiados.  Así, a la par del desarrollo educativo (escuelas), hay que desarrollar los medios de producción: industria, comercio, banco, crédito público.
La educación ha de desarrollar en niños y adultos habilidades para calcular, pensar, hablar, escribir y leer, habitando en  casas ordenadas y limpias. Esto ocurre mientras los aprendices cultivan un oficio (albañilería, herrería, carpintería), y las niñas “oficios propios de su sexo”.
Para ello, los gobiernos deben asignarles (con carácter retributivo) tierras y talleres. El trabajo, bajo la orientación de maestros y directores, propicia el desarrollo colectivo de hábitos sanos y valores sociales. Sobre estas bases, los habitantes de las naciones van conformando sociedades económicas, con ejercicios útiles y aspiración fundada a la propiedad.
Estas sociedades tendrían carácter autónomo, permitiendo consolidar en todos los lugares, “un sistema económico de producción controlada y una modalidad de colonización de la tierra”
No obstante, el proyecto de una república democrática, con equilibrio de poderes, por la cual se luchó en la independencia, fue traicionado. Terminada la guerra contra España, se produce en el país, con la intervención directa de los estados Unidos, un reacomodo del poder existente (propietarios de haciendas), con un nuevo poder (los jefes militares que reclamaban tierras y propiedades).
Esta nueva alianza en el poder ejerce  una violencia sistemática sobre el resto de la población (negro, zambo, indio), que por cierto, también participó en la guerra de la independencia. En este  reajuste del poder, Bolívar y Rodríguez son atacados y excluidos. Ambos, lejos de validar el nuevo poder, lo cuestionan profundamente, e intentan asumir el trabajo de construcción de las nuevas repúblicas. 
Bolívar, habiendo arado en el mar, muere perseguido, derrotado, enfermo. Y el sueño de la Unión de las Repúblicas, parece también morir con él. No obstante, sus palabras aún iluminan nuestros caminos colectivos. Por su parte, Rodríguez prosigue su batalla casi solitaria por la edificación de la patria auténticamente republicana y democrática. 
Deshilvana el discurso del poder constituido, donde en la superficie se muestra un proceso de creación de leyes e instituciones republicanas, mientras en el fondo se afianza un nuevo cuadro de poderes dominantes que excluye y somete al grueso de la población.  De ese modo, Rodríguez, en su discurso, llegó a construir el proyecto de educación popular, que las oligarquías de turno arrinconaron hasta destruirlo.
No obstante, las palabras de Rodríguez aún viven, y buscan el momento propicio para fructificar. Y ese momento es hoy. Porque están dadas las condiciones para seguir adelante con este reto que el Maestro de América nos dejó pendiente. Antes, no pudo ser posible.
La experiencia protagónica de Ezequiel Zamora, si bien intentó incluir al pueblo como tal, quedó tronchada con su prematura muerte. El pueblo nuevamente fue traicionado. 
Tampoco fue posible la reivindicación de lo popular con la toma del poder de la nueva  generación. Las reformas burguesas, aplicadas con las fuerzas vivas de los estados Unidos, ayudaron a consolidar nuevos factores de poder (los partidos políticos).
Esto, abrió brechas para el ascenso económico social de algunos, constituyó para la mayoría la tercera derrota del proyecto republicano. Inútiles  fueron los intentos de subvertir el poder por la vía armada, en los 60, aún cuando el discurso socialista permeó las nuevas organizaciones de los 80 y 90.
El asumir la utopía creadora con los auténticos constructores de la sociedad,  papel protagónico  que da  Rodríguez a los excluidos, a los pobres, lo que nos pone en situación de repensar la sociedad global y sus instituciones.
No se trata de “incluir” a todo el mundo en las instituciones que existen, ya de por sí limitadas y hasta viciadas, sino de abrir las posibilidades para crear todo de nuevo, desde la vida de los oprimidos. Esto conlleva una enorme carga revolucionaria, Implica que la sociedad entera ha de reconfigurarse para que todos vivamos en ella con plenitud,  dignidad y justicia.
Siguiendo a Rodríguez,  el cual propone que la transformación de la sociedad tiene que ver con crear la autoridad desde las costumbres, Esas costumbres, que apuntan a lo que hacemos y podemos hacer desde nuestras vidas cotidianas, han de mirarse desde las luces (ejercicio del pensamiento) y las virtudes (poner lo social sobre lo individual). De esta forma, desde la vida diaria, las personas y los colectivos sociales iremos perfilando una nueva trama de relaciones que han de configurar la política, la economía, y hasta la cultura.
Hay que tejer nuevas y más profundas prácticas dialógicas, solidarias, cooperativas, que realcen la humana dignidad, cada vez más incluyentes, desde un protagonismo colectivo.
Rodríguez se opuso a los poderes dominantes de su época, y en eso prácticamente se le fue la vida. También nosotros, a la par que construimos una nueva vida social, tenemos que combatir las fuerzas hegemónicas nacionales e internacionales.
Fuerzas  que no sólo están representadas en el conjunto de estrategias económicas y militares que tratan de sojuzgarnos, sino también en aquéllas aún más peligrosas: las que colonizan nuestras consciencias (mundo cultural). Estas se disfrazan de nuestros propios pensamientos para hacernos negar lo que somos y andar por la vida calcando pareceres y prácticas ajenas.
En este sentido, aún Rodríguez nos reclama que hemos de ser originales, y sólo nos queda la opción de crear nuestro propio mundo, ya que imitar equivale a errar.
Creemos ser fieles a Rodríguez, si concebimos la educación como una práctica  libertaria, que apunta a la descolonización material y de la conciencia. Es una práctica socializadora (permite tejer  relaciones humanas solidarias), productiva (integra educación y trabajo), y claramente política (transformamos el mundo al tiempo que nos transformamos a nosotros mismos).
Podemos apropiarnos estas enseñanzas, señalando que la educación no puede restringirse al sistema escolar formal, Desde la educación, y en medio del trabajo productivo, liberador, vamos con otros, tejiendo libre y constructivamente nuestras historias (locales, regionales, mundiales). El avance en esta dirección (concientización, organización solidaria, trabajo liberador) hará viable la creación de redes sociales-educativas-políticas-económicas-culturales que,  conforme al  desmonten el pensamiento y la cultura de la opresión, y funden espacios de utopía, para configurar la nueva sociedad.


Bibliografía.
·         Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Biografía de Simón Rodríguez.Caracas. 2005.
·         Francisco de Miranda: Carmen Bohórquez Moran. Editorial. El perro y la rana. 2006.
·         Simón Rodríguez: O Inventamos o erramos. Monte Ávila editores. 2004
·         Fernando Baez: El saqueo cultural de América Latina. Editorial Melvin. Debate.2008.
·         Enrique Dussel: “Las metáforas teológicas de Marx”. Editorial Verbo Divino. Navarra. 1993.
·         Antonio Gramsci: Antología. Siglo XXI Editores. 1978
·         Renan Vega Cantori: Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar. Fundación editorial: el perro y la rana. 2008.
·         Diccionario enciclopédico de las letras de América Latina. Biblioteca Ayacucho.
Monte Ávila Editores.1995. 
·         Soasti Toscano, Guadalupe: Simón Rodríguez y la educación republicana, 1826-1849. Algunas reflexiones sobre su proyeto. Actes & Mémoires 14, 2007, Lima. p. 151-168: ann., bibliogr. p. 168
http://es.scribd.com/ /Simon-Rodriguez-Sociedades-Americanas-1828