Es
muy frecuente que ante la agenda institucional, promovida por gobiernos y la empresa
privada siempre se realice una actividad paralela promovida por los sectores
populares. Es así como ante la cumbre de las Américas (un evento promovido por
el imperialismo a través de la OEA para la implementación del ALCA) se realiza
la cumbre de los pueblos en total oposición a la servidumbre por parte de los
pueblos de nuestra América para satisfacer los intereses mezquinos de gente
extranjera. Esta dinámica también se da en Colombia, es sabido por todos que
hay un congreso de la república, que como sabemos todos gobierna para los
intereses de la clase capitalista y no para los sectores populares, es por eso
que se crea la alternativa del congreso de los pueblos, el cual promueve una
forma de participación distinta, de hacer política distinta, donde los
diferentes pueblos de Colombia nos encontramos. Citamos estas bonitas
experiencias porque en Medellín existen
la semana de la juventud, al igual que el consejo municipal de juventud (CMJ)
asuntos que poco tienen que ver con los intereses y necesidades de los jóvenes
de la ciudad.
La
semana de la juventud hace parte de la sociedad del espectáculo, la cual busca
mantener a los jóvenes entretenidos absorbiéndonos en lógicas culturales ajenas
a nosotros, que al pasar del tiempo las asumimos sin ningún tipo de crítica como nuestras, es
así como muchos jóvenes se sienten representados y felices con dichas
actividades, es una distracción ante la injusticia social que vivimos, como el
servicio militar obligatorio, la negación a la mayoría de entrar a la
universidad, el desempleo, la discriminación y en fin, todas las problemáticas
que tenemos que enfrentar en nuestro cotidiano vivir. Existimos, por fortuna,
jóvenes que nos negamos a dicha subordinación y por medio de la organización
generamos conciencia de dichas problemáticas, es por esto que hace ya seis años
en la zona Nor-oriental de Medellín se viene realizando el festival alternativo
juvenil, un espacio que busca la integración entre jóvenes, la mayoría
organizados para fortalecer nuestra identidad popular.
La
alcaldía y sus programas para la juventud siguen viéndonos como la masa pasiva
a la cual es fácil controlar, dicho
control se da por medio de la violencia o con la aceptación pasiva de sus
medidas, por poner un ejemplo las batidas en el parque Berrio o en la terminal
del norte tienen poca resistencia por parte de los jóvenes quienes somos los
principales afectados. Hace algunos años un programa fue muy criticado por nosotros,
ese que nos dijo a los jóvenes que debíamos ser criminales y enfilarnos en las pandillas criminales y paramilitares para
recibir algún estimulo, Fuerza joven ¿lo recuerdan? Sus beneficiaros
encontraron allí estudio y dinero, mucho más del que pueden recibir los grupos
juveniles de recreación o artísticos, que nos oponemos a las lógicas mafiosas y
de ultra derecha promovidas por el gobierno.
El
festival alternativo juvenil tiene sus raíces en el movimiento social y popular
de Medellín, compuesto de organizaciones y personas que han dedicado gran parte
de su existencia a la construcción de una nueva sociedad. Reconociéndonos pues
como sujetos históricos que vienen con un legado de rebeldía y sueños,
transmitimos en nuestras acciones esos sueños y anhelos que no son nuevos y por
los cuales hasta han asesinado personas como lo fue Silvio, uno de los
fundadores de la corporación con-vivamos y por lo tanto uno de nuestros
antecesores, portador en su juventud de las banderas que hoy levantamos en las
marchas carnavales de los barrios populares.
Reconociendo
y retomando el legado histórico dejado por los fundadores de los barrios en los
que vivimos y por los cuales han pasado ya varias generaciones vamos rompiendo
con ese pensamiento hegemónico que se ha encargado siempre de que olvidemos
nuestra historia llegando al punto de despreciar personas tan importantes como
lo fue Simón bolívar o Hugo Chávez. Es recurrente que muchos jóvenes rebeldes
los critiquen sin reconocer sus valiosos aportes para la libertad de nuestros
pueblos, no negamos la crítica, esta debe estar siempre presente pero debe
hacerse con fundamentos y no con lo que la pantalla de televisión y este
moribundo sistema educativo ha metido en
nuestras mentes.
En
la necesidad de recuperar nuestra historia el festival retoma prácticas
tradicionales como las carreras en carros de rodillo, el convite, los juegos
recreativos, las ollas comunitarias. Practicas nacidas en el barrio o en la
vereda, pues tenemos una herencia que viene del campo, no olvidamos tampoco que
esos fundadores y fundadoras se vinieron desplazadas o buscando el porvenir de la
ciudad. Encontrar una huerta en carambolas o en la cruz no es de extrañar, pues
es nuestra identidad y es allí donde esta nuestra mirada, hacia nosotros mismos, como no lo enseño José Martí,
el prócer libertador de Cuba y como recientemente no lo recordó el bonito
proceso Venezolano: “Nuestro norte es el sur”.
Retomamos
esas prácticas, retomamos las luchas y retomamos principalmente el pensamiento
que se ha producido en todos estos procesos, porque es un pensamiento vivo que dará respuesta a nuestras necesidades. En
el colegio y las universidades a cada rato andan citando a pensadores de Europa
o Norteamérica, celebran su natalicio y publican sus libros como si fueran lo
más desarrollado del pensamiento humano, eso queridos amigos se llama
colonización intelectual. Tener como principal influencia teóricos y autores
europeos ignorando lo que han dicho nuestros próceres, líderes naturales y
pensadores es un grave error que nos
sigue sumiendo en una dominación cultural.
El
sexto festival conto con cuatro actividades que combinaron la reflexión de
nuestro entorno y la acción en él. Se dio inicio con el Mega convite recreativo
el cual consistió en actividades tradicionales como una carrera en carros de
rodillos por las empinadas calles que van de la comuna 1 a la 3, esto se
realizó el sábado, al día siguiente una marcha carnaval fue la que convoco a
diversos grupos artísticos como chirimías, zanqueros, clowns, monociclistas,
malabaristas. Dichas marchas vienen
haciendo parte del paisaje en nuestros barrios desde hace ya buen tiempo. El
miércoles 7 la invitada especial fue la palabra, un foro que tuvo como temas
centrales el territorio, la violencia y el desarrollo, generando un debate
entre los asistentes proponiendo además
nuevas formas de articularnos. Finalizando una semana de movilización juvenil
en los barrios de la Zona Nor-oriental, el sábado en el barrio Moravia se
convocó a jóvenes pertenecientes de
otras partes de Medellín en el conversatorio “disidencias musicales
reconstructoras de tejidos sociales” donde el punk y el hip hop se sentaron a conversar un rato, reflexionando
sobre eso de la contra cultura, lo libertario finalizando en un concierto que
no fue apagado por la lluvia.
Fue
un festival alternativo, construido por los jóvenes y no por los funcionarios,
movilizado por la solidaridad y no por el dinero, convocado para la rebeldía y
no para la dominación. Sin policías, sin requisas, sin chalecos institucionales
y sin fotografías para sustentar la ejecución de una ficha. Es en esa
particularidad que encontramos su grandeza, no nos reconocemos en una semana de
la juventud que legitima la represión a los jóvenes que se oponen a una
política o incluso a la existencia misma del Estado.
DEBATES ENTRE LOS
PROCESOS
El
festival ha sido promovido desde siempre por diversas organizaciones que nos
encontramos en un espacio que llamamos PLATAFORMA ZONAL DE JUVENTUD. Allí nos
agrupamos la red jóvenes sin fronteras de la comuna dos, el colectivo comuna
cuatro, la articulación juvenil Zona nor-oriental y diversos procesos de la comuna tres que hoy se concretan en la articulación
juvenil de la comuna tres. Dichos procesos de base hemos sido acompañados por
organizaciones comunitarias como nuestra gente, talentos, Sumapaz y
Con-vivamos, siendo las últimas dos quienes han asumido mayor compromiso con el
proceso.
En
dicho espacio diferentes posturas se han encontrado generando ricos debates que
la mayoría de las veces han llegado a felices términos, pues al ser un espacio
amplio diversas corrientes ideológicas y posturas políticas nos encontramos
allí. Es así como jóvenes institucionales, que confían plenamente en la
alcaldía han llevado sus propuestas, como sucedió el año pasado invitándonos a
participar del plan de desarrollo de Medellín, han encontrado una negación de
nuestra parte como organización, pero al fin de cuentas se acordó la
participación de la plataforma. No pretendemos tener la verdad, ni mucho menos
tener algún tipo de iluminación sobre las otras organizaciones, pero nuestro
argumento de no participar en dicho espacio nos daría la razón.
Siempre
hemos considerado que la participación en políticas públicas es un ejercicio
contraproducente, así lo manifestamos en su momento planteando que se
participaba por ingenuidad o por oportunismo. Ingenuidad decimos porque es una
ilusión pretender que el estado burgués genere mecanismos eficientes para la
participación directa y oportunismo porque hay personajes que históricamente se
han aprovechado de organizaciones del pueblo utilizándolas como trampolín para
recibir cuotas burocráticas. Tenemos dicha postura porque como lo decimos al
inicio de este escrito aprendemos de la historia. Luego los ingenuos (que no lo
decimos en sentido peyorativo) protestan por que no fueron escuchados en el
plan de desarrollo.
En
la actualidad hay nuevas posturas, que aparentemente son más alejadas de las
institucionales, diremos que son posturas libertarias. La articulación juvenil
tiene diferentes mecanismos de comunicación, uno de ellos es un grupo en el
Facebook donde los integrantes del proceso plantean sus posturas y se generan
debates propios de la articulación, las posturas de los individuos en ella
representan el pensamiento del individuo y no de la colectividad, el
pensamiento de la colectividad lo expresamos en espacios como el blog o en
comunicados.
En
uno de los debates un integrante manifestaba su descontento con el festival al
considerar que no se tenían en cuenta las particularidades de los procesos y
que aunque se venía preparando una lunada las presentaciones se centraron solo
en lo musical dejando de lado otras expresiones artísticas y políticas, otro
elemento que argumentaba era el desconocimiento del esfuerzo de diferentes
procesos en la construcción de las lunadas. Ante lo anterior consideramos es totalmente pertinente debatirlo ya que la
auto critica siempre debe estar presente, lo que no debe estar presente son los
comentarios dañinos y malintencionados y aunque tenía los argumentos para estar
molesto pretender deslegitimar el festival es una total falta de respeto para
el proceso.
Un
proceso no lo legitima una persona, al igual que tampoco lo deslegitima, el
hecho de que se dé una gran participación en los escenarios del festival, de
que se halla dado todo un proceso de organización y trabajo por comisiones da
cuenta de el gran esfuerzo realizado para poder cumplir dicho sueño y que es un
ejercicio totalmente legítimo, además de muy necesario. Dicho integrante ha
reconocido su error y ha hecho parte de la construcción de este escrito, pero
el hecho de que su comentario y el debate generado al interior de la articulación
se filtrara y difundiera en otros espacios genero grandes molestias y el
problema se hizo más grande. Pues como aclaramos anteriormente fue parte de un
debate y no es la posición de nuestra organización, ya que integrantes de los
procesos que nos componen participaron activamente en el festival. Es como si
alguien gravara una reunión y la difundiera en otros espacios, necesitamos
procesos comunicativos fuertes no chismosos.
Quisiéramos
terminar con dos asuntos puntuales, uno sobre avanzar en el debate ideológico y
el otro tiene que ver con la unidad en la acción. A lo largo de este tiempo los debates en ocasiones parecen repetirse sin
avanzar sobre la reflexión, si bien es
cierto que es fundamental iniciar con la lectura del contexto no podemos
quedarnos en él, pues debemos entender que hace parte de unas condiciones de
existencia propias del capitalismo, es decir, para que exista este sistema económico
y político es necesaria la miseria ya que esta hace parte su naturaleza, pues
se fundamenta en la explotación del hombre por el hombre, jamás lograremos condiciones
de vida más digna para los sectores populares dentro del capitalismo a no ser
que escalemos la pirámide social lo cual nos pondría en un lugar distinto de la
sociedad, pero el problema del hambre, la violencia, el control territorial seguirá
existiendo, debemos aumentar nuestra conciencia de clase.
Con
la unidad en la acción, nos referimos a la necesidad de que nuestras agendas no
se encuentren solo cada año para la realización del festival, pues cada proceso
sigue en sus dinámicas olvidando las propuestas que cada año se relanzan, no
nos podemos quedar en el festival, ya van seis años ¿Cuál es nuestro acumulado?
¿Seguiremos realizando el festival hasta que seamos adultos sin
transformaciones concretas? Cuando decimos que la reflexión debe ser profunda también
hablamos de la acción, que no es otra cosa que radicalizarnos. Muchos le temen
a este término, pero no estamos haciendo un llamado a la violencia, ni a los
extremismos, tenemos un enemigo común que es muy fuerte, tanto que nos tiene
divididos y sumidos en el desespero y la miseria. Solo con la unidad popular
lograremos derribarlo.
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