Podemos decir que la historia del
ocho de Marzo está trazada por varios acontecimientos que aunque fueron
repudiables hicieron visible una de las problemáticas más fuertes de las que
eran blanco las mujeres de esa época.
El primer acto conmemorativo hace
referencia a la muerte por calcinación de 129 mujeres trabajadoras de la
fábrica textil Cotton en la ciudad de Nueva York, la causa de su muerte fueron
las bombas incendiarias lanzadas a ellas tras protestar denunciando los salarios
bajos, el encierro, la explotación y generalmente las condiciones inhumanas de
trabajo.
Otro momento de conmemoración son
las manifestaciones encabezadas por las obreras textileras el 8 de Marzo de
1957, en la misma ciudad.
En el marco de todos estos actos
de denuncia las obreras de fábricas textiles seguían denunciando 12 largas
horas de arduo trabajo por una remuneración miserable, se podía ver en estos
años las calles neoyorquinas inundadas de mujeres explotadas reclamando sus derechos
por una vida obrera digna, recibiendo solo ataques, matanzas, nada de
resultados; y por el contrario siendo atacadas por la fuerza policial quienes
al final hacían que de nuevo el orden social fuera “posible”.
Clara Zetkin dirigente del
partido social demócrata Alemán, fue quien propuso que el 8 de Marzo fuera un
día conmemorativo donde se homenajearan aquellas mujeres precursoras del
espíritu luchador en contra del sistema capitalista; todo esto en el marco de
un congreso internacional que reunía a mujeres con postulados socialistas.
Un breve recorrido histórico que
da cuenta del origen del “día internacional de los derechos de las mujeres” nos
deja ver que su nacimiento fue claramente una reivindicación de talante obrero,
si se quiere proletario.
Hoy no podemos decir que el 8 de
Marzo es un día donde se conmemora únicamente la explotación de mujeres
obreras, pues con el pasar de los años se ha transformado y nutrido de
problemáticas, denuncias, visibilizaciones, memoria, soluciones, reclamos,
exigencias y todo lo que demanda una sociedad en constante cambio y además
arraigadamente patriarcal.
Además de salir a las calles a
conmemorar el legado de la lucha obrera que dio origen a este día, salimos en
denuncia de los feminicidios que crecen cada día más por razones de odio y
propiedad del hombre hacia la mujer, denunciamos las violaciones culpándonos a
pesar de ser víctimas por pensamientos conservadores y fundamentalistas, como
señalarnos por la forma de vestir, caminar, bailar, maquillarse y PROVOCAR;
denunciamos la violencia intrafamiliar que aunque rige a todas y todos los
integrantes de una familia son las mujeres el mayor número de víctimas de este
tipo de tantas violencias; denunciamos la pornografía porque más allá de que
parezca ser una mirada moralista, ponemos a consideración todos los agregados
que tiene consigo esta problemática como lo es la trata de personas, la inducción
a la drogadicción, el narcotráfico, la compra y venta de mujeres, y además el
mostrar el cuerpo como objeto de placer sexual al servicio de otros; rechazamos
que históricamente se nos haya excluido de una vida social a través del
lenguaje encerrándonos en uno que ha sido construido para los hombres, que solo
nombra a hombres y que nos universaliza como si fuéramos personas iguales,
haciéndose las y los ciegos pues solo basta mirar a un hombre y a una mujer para
saber que somos diferentes; rechazamos que no nos dejen abortar cuando lo
decidamos creyéndose dueños, dueñas de nuestro cuerpo, nuestra autonomía y
nuestro poder de decisión como mujeres; denunciamos que el proyecto de la
clínica de las mujeres haya sido tumbado por el poder burgués eclesiástico con
el apoyo del procurador Ordoñez; rechazamos el bombardeo de publicidad que nos
convierte en una masa consumidora no pensante y nos obliga a cumplir
estereotipos ideales y a la vez imposibles del ser mujer y el ser hombre,
orillándonos a dejar de lado el ser seres SENTIPENSANTES.
Quizás si nos concentráramos en
escribir todos los problemas que atropellan a las mujeres nos quedaríamos un
largo tiempo, necesitaríamos bastante papel; pues son largos años de una
historia que sin duda todos los días recordamos y visibilizamos, pero lo más
importante que no la negamos, pues en ella encontramos nuestro mejor motivo
para seguir indignadas y cambiar la más mínima practica que fortalezca el
sistema patriarcal que hoy rige nuestras relaciones de pareja, familiares,
estudiantiles, de trabajo, y de construcción de un pensamiento político, pues
no hay que dejar de decirlo ¡en la izquierda también hay machismo y
patriarcas!.
Es importante entonces tener en
cuenta que el surgimiento del 8 de marzo se dio como un acto conmemorativo a la
luchas de mujeres obreras, a la combatividad, entereza y fuerza con que se
enfrentaron al sistema capitalista que las explotaba. Pero aun así no debemos
perder de vista todos los problemas que nos aquejan hoy, todas las cosas, que
denunciamos, rechazamos y repudiamos; pues en ello está la clave para empezar a
buscar las soluciones e implementarlas en cada una de nuestras vidas.
Hoy para muchas mujeres el
feminismo ha sido uno de los caminos en los que hemos encontrado soluciones,
alternativas a prácticas patriarcales y concientización sobre lo que es ser
mujeres, y precisamente hemos comenzado a ser las mujeres que nos dé la gana de
ser, a decidir, actuar, sentipensar. Muy seguramente este camino puede tener
diferentes perspectivas pues podemos decir que hay tantas formas de feminismos
como mujeres, por lo pronto puedo decir que ha sido un estilo de vida, una
opción política, una forma de habitar el mundo de manera diferente, un aprender
a amarme como mujer, y ver en cada mujer una compañera aunque la historia se
haya encargado de hacernos rivales, un habitar y defender el primer territorio
que habito que es mi cuerpo.
Todo esto por el 8 de Marzo
porque no es un día de celebración, de rosas y chocolates, ni nada de eso que
nos haga sentir alagadas por ser unas “muñecas de frágil porcelana”; este día
lo conmemoramos por todas las hermanas caídas en la lucha, por las brujas
quemadas, por las primeras obreras rebeldes, por todas las que han decidido
alzar la voz, por las que aún siguen acalladas e invitamos a gritar por su
libertad, por todas las salidas de las líneas, por las que aún seguimos de pie,
con paso firme, y brazos abiertos para todas.
por:
Nasly Marulanda, integrante del colectivo MUJER JOVEN Y VIDA
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