La
labor que viene desarrollando la escuela popular Víctor Jara por medio de los
cursos itinerantes nos ha dado la posibilidad de recorrer nuevas tierras, de
conocer otros procesos populares y sobre todo nos ha generado una conciencia
aun mayor del contexto de desigualdad y guerra que se vive en el sector rural
de nuestro país, esta escuela que no se petrifica, sino que por el contrario se
mueve y renueva a cada paso que da. Buscando el encuentro entre el campo y la
ciudad, generando unidad en los sectores populares inicia el año con un mágico viaje
a la cuna del paramilitarismo en Colombia, Córdoba fue esta vez nuestro
destino.
La
asociación de campesinos del sur de córdoba fue la organización anfitriona, a
quien le agradecemos enormemente su invitación. La ocasión fue la celebración de
los 60 años de existencia de la parroquia en la vereda juan José, que a su vez
hace parte del municipio puerto libertador. Entre la frontera de Antioquia y
Córdoba aún está presente la movilización campesina que llego a su punto máximo
en el paro agrario del 2013, como sabemos, por motivos de seguridad a lo largo
del país las organizaciones populares deben medirse a la hora de realizar o
apoyar algún tipo de evento con la sociedad, es por esto que en alianza con la
parroquia se le encarga a la ascsucor de la parte cultural de la celebración.
Luego
de todo un día de trayecto en bus, en la tarde llegamos con un calor propio a
los terrenos que se acercan a la costa caribe, donde al ver todo nuestro
equipaje (juguetes de malabares, guitarras, telas, etc.) se nos acerca un
integrante de la casa de la cultura de dicha cabecera municipal, nos hubiera
encantado visitar dicha casa y compartir alguna actividad, pero nuestro
trayecto aun no terminaba, pues nos esperaban en Juan José, es así como nos
montamos en un carro que levantando el polvo característico de las zonas
olvidadas por el estado, realizando recorrido por diferentes veredas hasta
llegar por fin, en la noche a nuestro destino.
Nuestra
llegada al parecer ya era de conocimiento público en el lugar, que entre otras
cosas nos sorprendió por la densidad poblacional y el desarrollo de algunos
lugares comerciales, pues en nuestro imaginario pensábamos que el acceso y la población
eran como acostumbramos en Antioquia, en medio de una montaña, al otro día nos
hicimos conscientes de que montañas no habían.
Luego
de compartir algunas palabras y de presentarnos, nuestra propuesta consistió en
desarrollar unos talleres, realizar unos murales y algunas presentaciones artísticas
en el acto central. La escuela no era la única invitada, pues se encontraban
integrantes del colectivo brecha de la Universidad Nacional, al igual que estudiantes
de la Universidad de Córdoba, el paramilitarismo fue un punto imposible de obviar
en la conversación, para lo cual solo dejare esta cita tomada de el heraldo:
“Crimen en la casa del rector. Palencia González fue el hombre de
confianza de Salvatore Mancuso Gómez para el tema de la Universidad de Córdoba,
influencia que comenzó a cristalizarse en el 2000. Tenía, además, el mando de
otros siete paramilitares urbanos y todos los actos dentro y fuera de la U
contaban con el aval del entonces rector Víctor Hugo Hernández, otro prófugo
condenado a 35 años de cárcel por el crimen del docente y ex aspirante a la
rectoría, Hugo Iguarán Cotes, ocurrido el 10 de septiembre de 2000, en la misma
casa del rector. Un año antes Iguarán Cotes se había salvado de un primer
atentado.
Aunque
la influencia paramilitar en el claustro se había iniciado en 1995, en 2001 se
hizo más pública aún la toma con la designación como rector de Hernández,
debido a la presión de Mancuso sobre los miembros del consejo superior.
El funcionario, un licenciado en matemáticas, no cumplió los compromisos y el
mismo comandante de las AUC le pidió la renuncia.
Posteriormente,
asumió Claudio Sánchez Parra, hasta 2008, quien dejaría el cargo cuando se
iniciaron las investigaciones en su contra por presuntos vínculos con las AUC.
La investigación, según el colectivo de abogados que enfrenta el tema de la
reparación colectiva de Unicórdoba, está en los anaqueles de la Fiscalía.” (Seguir
leyendo: http://www.elheraldo.co/cordoba/como-mancuso-se-tomo-la-unicordoba-130993)
La
Universidad Nacional el año pasado también fue víctima de la presencia de
paramilitares encapuchados con unos ponchos, y ni que decir de nuestro contexto
en Medellín donde en la actualidad además de controlar el tráfico de armas y drogas
tienen el monopolio de las arepas, los huevos, la panela, la Big Cola y las
mentes y cuerpos de muchas personas. El estar en tierras de Salvatore Mancuso Y
Carlos castaño lejos de causarnos temor nos renueva la convicción de que nuestra
lucha debe dar pasos más grandes y nuestra entrega por un cambio radical en la
sociedad colombiana debe ser total.
El
dialogo, que es uno de los principios fundamentales de la educación popular inicio
en la mañana del segundo día, dirigiéndonos en primera instancia a la oficina
del rector de la única escuela con la que cuenta la vereda, que muy amablemente
nos recibió y realizamos un saloneo ¡Que emoción! Por los diferentes grados
donde les decíamos a niños y niñas que estaban cordialmente invitadas a los
talleres de baile, acrobacia aérea, hip hop y cuerda floja. Nos encontramos una
vez más con los rezagos de la educación militarista, donde solo con un saludo o
la presencia del rector, los estudiantes/autómatas sin pensarlo se paraban al
lado de la silla esperando la orden de sentarse, las tripas se nos revolvieron
al ver que los estudiantes se paraban cuando saludábamos y luego de algunas
rizas nos aplaudían al salir del salón o cuando nos preguntaban por el valor de
los talleres.
Luego
de salir de la escuela nos dirigimos a la parroquia, es curioso que existan más
parroquias (sean cristianas, evangélicas, católicas, etc.) que escuelas en un
pueblo que para salir adelante necesita es educación y no más colonialismo. Al
lado de la parroquia realizaríamos el primer mural que decía: “La paz con
justicia social; camino de reconciliación y amor. Ascsucor saluda
fraternalmente a la parroquia en sus 60 años” ese mismo día realizamos un
segundo mural con la frase: “por la
dignidad de nuestras vidas y territorio”
En la escuela |
El tercer día fue la continuación de los murales y la realización del acto central
donde la escuela realizaría presentaciones de malabares, números clown, hip
hop y baile acompañada por una agrupación musical que venía de puerto
libertador. Fue el día de la fiesta, donde ni la lluvia que de sorpresa nos cogió
impidió que los payasos siguieran jugando con los y las pobladoras. Al
finalizar la tarde cuando la lluvia había hecho lo suyo se finalizó con una
obra de teatro que cuestiona el servicio militar y que brinda reflexiones sobre
que entendemos por participación (a propósito del actual año electoral).
Más baile más vida |
Número de malabares |
Esta
noche nos trajo varias sorpresas como hombres y mujeres que intentamos transformar
nuestras vidas en todos los ámbitos posibles, en muestra de agradecimiento nos
ofrecieron licor, sabemos que es costumbre y muestra de gratitud en muchas
partes del mundo rural la fiesta, sin embargo para nuestro proceso la fiesta es
diferente, un caso conocido ya son las lunadas, o el mismo acto central que se realizó
en la tarde, sin embargo para el campesinado al parecer si no hay licor y
mujeres pues no es una fiesta. Reiteramos que nuestro agradecimiento por la
hospitalidad e invitación a esta hermosa tierra lo hacemos de corazón, sin
embargo no podemos dejar de lado nuestras construcciones políticas y sobre todo
morales, que se fundamentan en buena medida sobre los aportes que realizo el
che cuando hablo del hombre nuevo.
El
mundo rural es totalmente machista y patriarcal, eso lo sabemos y sabemos también
que hace parte de una construcción cultural, sabemos que se debe respetar la
diferencia cultural y de creencias pero JAMAS respetaremos una tradición cultural
que atente contra la dignidad de las personas y otros seres vivos, es por esto
que muchas y muchos de nosotros no consumimos carne y somos feministas. El
machismo y el especismo son prácticas
culturales de la muerte, la tortura y la esclavitud. Estar en contra del
machismo y el especismo hace parte también de lo que estamos construyendo como
cultura popular o si se quiere, cultura libertaria. Está claro que nuestros términos
y nuestra lucha si bien beben del marxismo no es solo la lucha de clases la que
se está desarrollando, sino todo un sistema de valores y creencias que el
capitalismo ha perpetuado.
Nuestras
posiciones y prácticas colectivas, en muchos casos puede chocar y no entenderse
en los lugares a los que vamos, sin embargo la contradicción hace parte de la vida
y es en ella donde se profundizan las transformaciones sociales, lejos de ser
personas conflictivas y problemáticas somos problematizadoras, lo cual quiere
decir poner en cuestión algo que está
pasando, como lo es la desigualdad y a partir de allí generar un dialogo, donde
entre todas y todos podamos develar la realidad opresora y comprometernos por
su transformación.
El cuarto día fue el final de este encuentro que se desarrolló en la sede de la asociación,
pintando su fachada con la identidad campesina y latinoamericana de nuestras
luchas, ha sido un gran aprendizaje, hemos conocido un lugar mas de nuestra patria
donde el terror de la guerra ha dejado huella, pero sobre todo esperanza, pues
sabemos que allí contamos con personas que en sus jornadas diarias de trabajo están
forjando un país mas digno y rebelde.
Por:
Andres Castaño
EN LA SEDE DE ASCSUCOR |
EN LA CANCHA |
EN LA ENTRADA AL RÍO |
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