LUPE… LUPERO…
Es por estas fechas que de nuevo La farsa electorera empieza a invadir los pueblos, los barrios y barriada populares con su parafernalia de colores y combinaciones cromáticas, ofreciendo a través de diferentes máscaras y antifaces la repetición de un acto de circo que se presenta quizás desde que esta oligarquía mafiosa y criminal ostenta el poder en la patria colombiana, es decir hace más de 60 años.
En donde sus principales actores son payasos burlones (léase payasos nauseabundos que se burlan de la miseria y la realidad popular), de muchas caras formas y colores, la gran mayoría de ellos y ellas con capacidades innatas para la más repulsivas de las magias, al punto de ser capaz de hacer desaparecer dineros públicos (entiéndase dineros de la salud, la educación, invención social etc.).
Con capacidades para hacer desaparecer hombres y mujeres con los más lindos sueños de dignidad que un ser humano pueda llegar a alcanzar, y con los que se construyen la otra Colombia la Colombia de las mayorías.
Una gran función, compuesta por trascendentales espectáculos de privatizaciones, corrupción, terrorismo de estado, fortalecimiento del aparato ilegal, falsos positivos junciales y militares, elefantes blancos etc.
En donde otros son los que prepara los libretos y delegan los papeles a cumplir. Papeles en donde las masas populares asumirán el papel que históricamente les ha tocado asumir y es de llenar listas y justificar el refrigerio en este caso justificar el tamal.
Como uno de los actos principales está el que prepara Luis Pérez, el famoso “Lupe”
Luis Pérez es un político de la vieja escuela curtido de vicios y trampas. Fue alcalde de Medellín entre 2001 y 2004, avalado por el Partido Liberal en esa ocasión.
ha ocupado cargos en el sector privado, tanto como en el sector público.
Durante su mandato se realizó la polémica Operación Orión, bajo el mando del general Mario Montoya, en la que el Ejército ocupó la comuna 13 para desalojar a líderes populares con la disculpa de enfrentar a las milicias guerrilleras. Pero ese operativo ha sido criticado por el exceso de fuerza y porque abierta mente deslumbro los nexos con los paramilitares.
Pérez, como alcalde, es acusado por algunos de ser autoritario y militarista, en parte debido a que consiguió un lote en plena comuna 13 para establecer una guarnición militar – no de la Policía- para controlar el orden público. Además, enfrentó críticas como un escándalo de la Revista Cambio por un viaje a La Guajira, y por una presunta politización de EPM, la joya de la corona del municipio, cuya gerente debió renunciar por haber comprado una vajilla con dineros públicos. Y este tema de la EPM, empresa que es defendida por muchos medellinenses como orgullo de la ciudad, lo persigue aún, porque para muchos esa politización atentó contra la viabilidad de la empresa.
La otra crítica permanente a su administración fue el despilfarro, como una moto Harley Davidson que compró su director de Metroseguridad, Isaac Gaviria, con dineros públicos. También fueron recurrentes los rumores de corrupción, hasta el punto de que algunos lo llaman Luis XV, o Luis 15, haciendo referencia al nombre del Rey Sol -que en realidad fue Luis XIV- y al 15 por ciento que supuestamente cobraba para entregar contratos
Esos rumores nunca se comprobaron. Lo que sí es un hecho es que dejó maltrechas las finanzas de la ciudad, aumentando el déficit fiscal.
Luis Pérez se volvió a lanzar a la alcaldía hace cuatro años. A pesar de que contaba con el apoyo del entonces presidente Uribe, con recursos propios provenientes de sus negocios de parcelación y construcción, perdió frente a Alonso Salazar.
En La campaña se presentaron fuertes acusaciones de lado y lado. Pérez primero hizo una alianza con la representante Rocío Arias, condenada luego por parapolítica, y luego se declaró partidario de la reelección de Álvaro Uribe el autor intelectual de las chuzadas, lo que lo alejó del Partido Liberal.
Finalmente se lanzó por firmas y utilizó una estrategia que reflejaba su natulareza de politiquero creó el "pagaré social", un documento por el que se comprometía a construir obras como parques barriales y canchas de fútbol a cambio de los votos de la comunidad beneficiada.
Fue coordinador de la campaña de Santos en Antioquia.
En marzo de 2010, Pérez inscribió su precandidatura en el Directorio Liberal de Medellín. El Partido le negó la inscripción. Algo similar ocurrió en Cambio Radical, a pesar del apoyo de algunos sectores de ese partido en Antioquia.
el Partido Conservador realizó un Congreso Municipal en el que se apoyó la candidatura de Pérez, el cual tiene el aval oficial de ese partido.
M &M
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