Este fue el texto provocador para el trabajo por mesas en el encuentro de artistas populares el pasado 27 de Junio. Pronto estaremos publicando los textos y propuestas surgidas en dicho encuentro
“Basta de música que nos
entretiene un momento y nos deja tan huecos como siempre”
Víctor Jara
En Chile Violeta Parra marco el
camino en una nueva canción, que no fue algo a parte de la realidad de su
época, sino más bien reflejo de la necesidad que tenía el movimiento social de
crear nuevas prácticas y procesos acompañados desde el arte. Quizás es más
reconocido Víctor Jara que su mentora y consideramos que se debe en gran medida
a que en esta cultura patriarcal se
prefiere dejar en el puesto de los
creadores de la historia a los hombres sin importar que las mujeres hayan
realizado aportes para la transformación social, sin duda diferentes y con
especificidades pero esto sin perder de vista la emancipación de los pueblos y
por lo tanto no menos valiosos, estas prácticas se ven inclusive en los
procesos revolucionarios.
Cuando se habla de cultura no se
remite solo a lo artístico, en lo cultural también están las tradiciones, al
igual que prácticas sociales que reflejan el modo de pensar de las personas,
reflejo de la cultura que se construye en cualquier sociedad son sus líderes e
instituciones. Es así como se habla de cultura paisa por ejemplo, que va cargada
con la moral y ética de quienes se denominan paisas. Las culturas son también
resultado de largos procesos históricos donde son dejados a un lado creencias y
prácticas y se asumen nuevas.
La cultura paisa hace referencia
en un inicio al campesino laborioso que a lomo de mula construyo los caminos en
medio de la montaña, se caracteriza entonces como el trabajador ejemplar que
está bien madrugado para realizar las labores del día. También está el aspecto
de negociante que al paso del tiempo se va degradando hasta mezclarse con el
negocio de la droga y de la guerra. Es así como desde los años 80 se crea una
nueva cultura alrededor del narcotráfico y el paramilitarismo en esta región
del país insertándose en todos los ámbitos de nuestras vidas.
Sin embargo cuando hay una
cultura dominante hay resistencia por
parte de quienes son más violentados por dicha cultura, es así como en los
barrios populares, las mujeres en general y las juventudes empiezan a
cuestionar la realidad alejándose de las prácticas sociales y el pensamiento
construido alrededor de la violencia y el salvajismo promovido por el sistema
capitalista y surge la organización y la
lucha popular.
Una de las alternativas que más
ha convocado a jóvenes es el arte ya que por medio de este nos podemos liberar
y dejar volar nuestros sueños sin ningún tipo de limite, los grupos de baile,
las bandas musicales, los grupos de recreación, el teatro, el circo, el
graffiti empiezan siendo una ruta de
escape para luego convertirse en prácticas sociales donde el joven es el
protagonista, no como delincuente, ni como problema, sino como líder
comunitario que al transformar su vida transforma la del barrio.
Los ensayos, las reuniones, los
entrenamientos, las marchas, los carnavales, los murales y las asambleas empiezan
a formar un lugar más importante en
nuestras vidas antes que los partidos de fútbol y las telenovelas y no se trata
de un simple rechazo a la sociedad sino, fundamentalmente la construcción de una nueva, ya que tenemos ese
gran potencial de creadoras y creadores no solo por ser jóvenes pues somos
también artistas y la característica principal de un artista es que es un
creador.
Nos quitamos de encima el peso
del machismo, de la inconformidad y del catolicismo, es una lucha constante por
dejar de estar mirando hacia arriba de donde lo único que nos llega son
reproches y represión. Han considerado históricamente a la juventud como
rebelde sin causa o como potencial consumidora en el mejor de los casos
quitándonos la posibilidad de ser personas autónomas, dignas e independientes.
Una vez conformadas las
organizaciones empezamos a darnos cuenta que existen muchas formas en las que
la juventud lucha y transforma la sociedad, entonces empezamos a encontrarnos
en la calle el trabajo de otras personas que también son soñadoras, descubrimos
narices clowndestinas por doquier, en un concierto inesperado las letras de
tantas bandas hacen que nos cuestionemos, vemos que en Internet hay un sin
número de Blogs, paginas, fotos y vídeos realizados por parches de la ciudad y
nos damos cuenta que somos grandes, que hay un movimiento artístico desde todas
sus expresiones posibles y que no habrá forma de censurarnos ni callarnos.
La calle es nuestro escenario,
los conciertos de punk que se hacían en las canchas de muchos barrios o tapando
la calle, que muchas veces terminaron en peleas con la policía han sido
remplazados por los festivales en los que toca poner la pancarta de la alcaldía
y para entrar nos requisan. Los graffitis creados en la oscuridad descargando
todo nuestro odio contra el autoritarismo y el consumismo ahora vemos que le
hacen publicidad al Metro y a las empresas y el teatro militante de los años 60
se ha quedado encerrado en las salas donde solo es posible entrar si tienes
dinero.
El arte por tener la característica
de atraer a la gente también es usado para reproducir los patrones culturales
machistas, racistas y capitalistas que someten actualmente a hombres y mujeres
de todo el mundo, si bien pueden perseguir y asesinar a los graffiteros también
los pueden asesinar contratándolos para hacerle las vallas a Coca-Cola, hay que
entender que más que asesinar a las personas buscan exterminar las ideas de
liberación que están en la piel de la juventud.
Históricamente la articulación
juvenil ha promovido los encuentros de experiencias, hoy los nombramos
encuentros populares porque consideramos que debemos ir avanzando en nuestros
pensamientos y en la forma de como entendemos lo que hacemos. Los procesos
artísticos que conforman la articulación nos consideramos artistas populares,
somos el pueblo haciendo arte y protestamos, luchamos, nos revelamos por medio
de lo que más nos gusta. Cuando promovemos estos encuentros es primero para
reconocer nuevas experiencias y poder brindar un espacio para su reconocimiento
y fortalecimiento, segundo para generar un dialogo en el cual podamos aprender
de ellas y brindarles nuestros saberes. Todo lo anterior con la finalidad de
fortalecer los lazos, de crear complicidades y por supuesto materializar
nuestro apoyo mutuo con una agenda popular donde estemos todos y todas.
Finalmente queremos abrir la
discusión con tres preguntas que nos venimos haciendo al interior de nuestro
proceso:
1.
Hemos identificado que la cultura se compone
esencialmente por unas prácticas, nos encontramos en una cultura hegemónica
donde se ve el arte como mercancía, a la mujer como objeto y al joven como
criminal ¿Qué prácticas son determinantes para la transformación social y
cuales son nocivas?
2.
Consideramos que el solo hecho de conformar un
proceso cultural que cuestione la realidad o que brinde una alternativa a lo
que nos ofrece la sociedad es un acto liberador ¿De qué manera se dan los
procesos de creación de sus obras? Y
¿cuáles son las motivaciones para hacerlas?
3.
El arte siempre ha sido para quienes no han
tenido la necesidad de trabajar, en la Grecia antigua trabajar y recibir dinero
por esto era deshonroso, en la edad media solo los clérigos podían pintar y en
la actualidad la industria del arte sigue siendo para unos pocos, donde solo es
posible entrar si el dinero te lo permite ¿Es posible vivir como artistas sin
mercantilizar el Arte? ¿Cómo?