lunes, 13 de junio de 2011

HISTORIAS DE CALLEJONES, PARCHES Y ESQUINAS DE MI COMUNA


 UNA HISTORIA DE ESAS QUE SE OYEN EN LOS BALCONES, O EN LA TIENDA, A LA SALIDA DE MISA O CAMINANDO POR AHÍ, PERO COMO SABRAN SERAN HISTORIAS QUE REFLEJAN UNA PROBLEMÁTICA EN EL SECTOR, QUE NOS INCITAN MAS A LA FAMOSA CONSIGNA: ORGANÍZATE Y LUCHA. ESPERANDO QUE LES GUSTE:
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el progreso toca la puerta, para sacarte

Vamos pa la manga… a hacer una reunioncita
Es un lugar digamos con un pequeño toque mágico, un entorno adornado por los ánimos de personas y perros, donde se divisa buena parte de la ciudad, te acuestas en la manga y sientes algo más natural. Si te das cuenta, donde nos parchamos fue algún día un solar, o de pronto el patio de una casona de los primeros años del siglo pasado. Pues en el sector las casas tienen ese aspecto, con tejas viejas, columnas de vigas de árboles, patios y piezas grandes, donde mal contados viven hasta tres generaciones en la misma casa.
En medio del parche llega un parcero y nos dice, que acá, en esta manga desolada, se crio con hermanos y primos, también primas, que en el solar tenían varios árboles frutales, pasándose a otros solares a coger mangos y naranjas. Pero un día llego el progreso, hablando de desarrollo, con una inmensa y falsa sonrisa, mostrando dientes y muelas. De apariencia feliz, conversadora y confianzuda, hablaba de los beneficios de los proyectos de la alcaldía y la empresa privada, pues en el futuro con un mero pasaje se podría ir a cualquier parte de la ciudad, ilusionadas las tías quieren ver los planos, mapas y graficas que muy amablemente les muestra el funcionario.
Están viendo al Medellín, y al barrio del futuro, y piensan que por fin el alcalde se acordó del barrio… pero un momento, resulta que en los mapas no aparecía la casa, solo se veía una manga, como era al principio la comuna, a lo cual responde el funcionario, que eso es paisajismo urbano pal proyecto.
¡HA! Justo desde ese momento, casualmente el pasaje empezó a subir y a subir y peor aún, ya no se puede comprar un solo pasaje, sino que tienes que sacar una tarjeta electrónica, pero peor aún, al pasar del tiempo resulta que se tiene que pagar por separado cada pasaje.
Bien dicho, el alcalde y los empresarios pensaron en el barrio. De hecho ya lo hacían hace rato, desde que se creó, en realidad tenemos buena suerte, siempre hemos tenido presencia del estado. Pero no crean que con vivienda, salud, trabajo, educación, ni mucho menos con servicios públicos, eso no, más bien nos mandan policías, militares, contraguerrilla, batidas, requisas y hace algunos años las ONGs, presupuesto participativo y a los paracos. Si el estado piensa en el barrio popular como siempre (en eliminarlo).
La familia, primera en el barrio en ver los proyectos que se venían, no podrá gozar de lo que le ofreció un día el progreso cuando toco la puerta de su casa, no habrá pasaje para recorrer toda la ciudad, no se podrá disfrutar del nuevo paisajismo urbano, no habrá casa. Se han tenido que ir, dividida a casas más estrechas, sin patio, ni solar. Por suerte no lxs mandaron para las afueras de la ciudad, como a tantxs. Ahora solo hay una manga olvidada en el tiempo, enrejada, con popo de perro y patas de marihuana.
PIPE

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